La filial francesa de este fabricante nórdico de muebles ha acudido a la agencia Buzzman para crear este spot en el que, con gran tino, se muestra que para los padres, la llegada de la independencia de los hijos siempre es un trago amargo, pero al mismo tiempo un logro que les llena de orgullo.
El anuncio, muestra a una madre y a su hijo pequeño, durante un viaje de compras a una de las tiendas. Poco a poco va creciendo la incongruencia entre los intereses y acciones del niño y lo que realmente debería estar haciendo. Y es que el final, se va adivinando a medida que transcurre el anuncio, mostrando con sencillez y efectividad, esa sensación que muchos padres tienen cuando los hijos de van de casa para forjar su propio destino.
Un final con emoción, pero que además sorprende con su último toque de humor.