El fin de semana LinkedIn amablemente me avisaba que uno de mis contactos tenía un nuevo puesto “Disruptive Thinker” para una marca muy famosa de refrescos. Lo primero que se me vino a la mente fue: ¡me encantaría que me pagaran por pensar diferente! ¡Pagarme por generar ideas!
Y es que hoy se hace cada vez más necesario pensar “Out of the box” seas empleado, emprendedor o profesionista independiente. Todos buscamos generar esa idea que se convierta en producto o servicio “estrella” y claramente ves que es real cuando lees de esos nuevos puestos específicos como el que nombré al inicio.
Hace unos años compré el libro de HBR llamado “The innovator`s DNA” en donde Jeff Dyer y compañía explican las 5 cualidades para ser un innovador disruptivo, ¡eso! Para lograr PENSAR DIFERENTE y traer ideas para tu empresa, tus clientes o incluso tu vida.
Estas 5 cualidades las presenté en una charla en la Universidad de Guadalajara donde vimos ejemplos de Marketing Disruptivo, justamente para darle “coraje” a los estudiantes y llevarlos a pensar de manera diferente. Recuerda que la disrupción es romper con lo establecido, olvidarse de la rutina y genera un cambio de paradigma.
Existen cursos específicos para desarrollar este tipo de pensamientos, pero creo que aplicar día a día estas cualidades pueden ayudarte a adelantar el camino para ser un profesional generador de ideas.
1.- Asociación. Simplemente realizar conexiones entre distintas áreas de conocimiento. Nuestro cerebro almacena la información asociando diferentes temas, no creas que lo hace como un diccionario. Es por eso que de repente cuando estás pensando un algo en específico te saltan pensamientos relacionados que nada tienen que ver con la palabra principal del tema pensado. Entonces, cuanto más diversos sean los conocimientos en nuestro cerebro, más conexiones podremos hacer cuando recibamos nueva información y esto a su vez desencadenará asociaciones que conducirán a nuevas ideas.
2.- Cuestionamiento. Es un clásico saber que entre más te preguntas, más desarrollas un tema; pues ellos recomiendan realizar preguntas que te hagan reflexionar y que sirvan como un catalizador creativo. Y como estamos hablando de disrupción, nos aconsejan que ignoremos las preguntas prudentes y escojamos preguntas disparatadas y locas (¡sí!) que desafíen el status quo y que rompan el poder establecido.
3.- Observación. La sabiduría y el conocimiento no se mide en cuántos libros leíste o cuántos maestrías tienes… no, por ahí no va. ¡La sabiduría más preciada es lo que aprendes VI.VI.EN.DO. Ellos proponen la observación del mundo que te rodea justo como fuente generadora de ideas, checar cómo funcionan las cosas, sentirlas. Es más, viendo cómo funcionan, puedes identificar qué es lo que no funciona y de allí pueden salir muchas ideas de negocios nuevas. Dicen que la curiosidad mató al gato, pues en este caso la curiosidad puede llevarte a tener más vida que el mismo gato.
4.- Networking. Todo sistema cerrado en sí mismo, muere. Siempre debe alimentarse de lo externo para una supervivencia sana. Eso mismo aplica aquí, construir una red de contactos (beneficio que ya hemos hablado en esta columna) permite encontrar ideas, poner a prueba las tuyas, conectar las ideas de los demás con las tuyas y un sin fin de beneficios más. Tengo amistades que afirman tajantemente que entre más hablan, conversan y salen con gente diferente, más ideas le vienen a su mente.
5.- Experimentación. Bien, hasta aquí tenemos ya casi todo el terreno ganado para ser un generador de ideas: ya nos cuestionamos, observamos y tenemos nuestra red de networking pero… ¿cómo sabemos si nuestras ideas van a funcionar? Probando, ¡no hay de otra! Esas habilidades de experimentación harán que seas el abogado de Dios y del Diablo con tus ideas. Eso sí, prueba rápido y pronto, para que, si la idea no es buena, el “fracaso” sea barato. ¿Haz oído hablar del MVP (en inglés Minimum Viable Product)? En estos tiempos es lo más indicado, sacar un producto o servicio mínimo así no sea el más pulido e irlo perfeccionando en el camino. También puedes “experimentar en cabeza ajena”… Checa si han hecho algo parecido dentro de tu red de contactos o en otra parte del mundo. El chiste es que entre miles de ideas des con la que sí puede funcionar.
Piensa diferente. Porque la gente que está tan loca como para pensar que puede cambiar el mundo es la que lo logra.
– Steve Jobs
Pensar e innovar necesita inversión, lo sé, pero más que todo es de tiempo y constancia. Si te conviertes en un profesional generador de ideas y llegas a la etapa en donde parece alguna viable, siempre podrás acudir a los inversionistas que dan todo –literal- para poner una buena idea a funcionar y generar dividendos.
¿Te atreves? Cuéntame.
¡Gracias por Leerme!
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