Un reciente estudio revela que la producción de alimentos deja una huella de carbono importante, generando, aproximadamente, un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Los tiempos han cambiado y, con ello, se han creado nuevos hábitos de consumo entre las personas. Además, en tiempos de Covid-19, la importancia de llevar una alimentación balanceada ha cobrado una mayor relevancia.
Hoy, el consumidor es otro, uno más motivado por los grandes cambios sociales y ecológicos en el mundo; en muchos sentidos, existe una nueva mirada hacia los hábitos de consumo.
Por mencionar un ejemplo, datos de la macroencuesta Global Consumer Survey realizada por la plataforma de análisis Statista revelan que en países como la India, China, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y México, entre otros más, es donde más ha ido en aumento la preferencia de los consumidores por productos de origen vegetal.
Una reciente encuesta revela que 2 de cada 3 consumidores están dispuestos a pagar más por un producto de marcas sostenibles, una tendencia que viene pujando, sobre todo, entre las generaciones más jóvenes.
Como es bien sabido, una de las principales causas del calentamiento global relacionadas con la actividad humana es la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera, entre los que destaca por su efecto nocivo el dióxido de carbono.
Ante ello, aun cuando en 2020, el año de la pandemia, hubo una reducción importante de los niveles de CO2 a nivel global, debido a los confinamientos, la realidad dicta que hace falta tomar más acciones en beneficio de planeta.
La huella de carbono de los alimentos
Hoy, como lo mencionamos al inicio, hablamos de un nuevo consumidor, uno más enfocado en su búsqueda por las marcas que dejan una huella positiva en el medio ambienta.
Y es que, de acuerdo con un reciente informe, los productos cárnicos tienen una mayor huella de carbono en comparación con los productos vegetales.
Una reciente encuesta da a conocer cuáles son los alimentos que, al día de hoy, tienen una mayor huella de carbono, iniciando, como se puede ver en la gráfica depositada arriba, con el filete de ternera.