A pesar de las complicaciones que está soportando el gigante chino Huawei a partir de las derivaciones judiciales-empresarias que está teniendo la guerra comercial entre China y los Estados Unidos, la marca no abandona su estrategia de marca.
Por más problemas que pudieran estar surgiendo a partir de las barreras impuestas por los Estados Unidos (y algunos otros países), y por la detención en Canadá de Sabrina Meng, la CFO de la compañía, Huawei no descuida su paulatino pero persistente avance en América latina.
Así como hace casi seis años presentó en un Mobile World Congress en Barcelona una estatua de un caballo alado hecho por los modelos lanzados en esos tiempos, ahora, hizo algo parecido, pero con Mate 20 Pro.
Fue en Chile, uno de los países donde más fuerte está pisando Huawei en los últimos años. Se trata de un cóndor gigante hecho con el último teléfono de alta gama de la compañía.
“En el ingreso del Edificio Corpartes, se instaló una estatua tremenda de un cóndor andino, el símbolo patrio chileno, hecho con puros Huawei Mate 20 Pro”, publicó Fayer Wayer.
Desde la empresa, Elena Álvarez, directora de Marketing explicó el porqué de la elección del ave: “El cóndor andino es sinónimo de poder y eficiencia. Sus alas pueden expandirse hasta los 3,3 metros. Esto le permite planear hasta 1.000 kilómetros en un día aproximadamente, usando el mínimo de energía”.
Eso es lo que quiere demostrar Huawei: el poder de su teléfono, con un mínimo consumo de batería.
El proyecto fue realizado por el Taller de Escultura de la Escuela de Artes Visuales de la Universidad Finis Terrae.
La obra fue elaborada con 1.147 maquetas del equipo en diversos colores, las que fueron unidas muy cuidadosamente a una estructura de hierro.
Complicaciones
Los problemas que tiene Huawei no fueron generados por sus teléfonos. Por eso el marketing de sus lanzamientos no se ha visto resentido.
Sus mayores complicaciones tienen que ver con su otro gran negocio (quizás el más relevante): el gigante chino es el mayor fabricante de equipos de redes de telecomunicaciones del mundo.
No son los smartphones los que preocupan a Donald Trump, sino la tecnología china que está detrás de todos los teléfonos celulares, sean de la marca que sean.
Se trata de “una guerra” de kits de redes de telefonía y de protocolos y certificados que no se ve a simple vista.