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Para 2018, HSBC registrĆ³ ingresos por 15 mil 30 mdd, frente a los tres mil 450 mdd de 2016
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Varios ejecutivos de la instituciĆ³n bancaria consideraban al ahora ex-CEO una “decisiĆ³n segura” de liderazgo
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Se espera que Noel Quinn, el presidente de la unidad global de banca comercial, tome las tareas de director ejecutivo
No hay ninguna duda que el entorno econĆ³mico mundial es complejo. Con el regreso de las hostilidades entre Estados Unidos (EEUU) y China, ya se estima que varias compaƱĆas sufran graves consecuencias. Otras marcas deben luchar con despidos masivos y grandes procesos de reestructuraciĆ³n. Y HSBC, al menos en corto plazo, tendrĆ” que sobrevivir sin un CEO.
De acuerdo con Reuters, el lĆder ejecutivo de la instituciĆ³n bancaria saldrĆ” sĆŗbitamente de la compaƱĆa. John Flint, CEO de la marca desde hace 18 meses, abandonarĆa su puesto en respuesta a un āambiente global retadorā. Asimismo, la empresa desea volver a comprar mil millones de dĆ³lares (mdd) en acciones. Los dos cambios responden a un nuevo enfoque que su junta de directores quiere adoptar para aprovechar las oportunidades a futuro.
CompaƱĆa sin CEO, Āæsin futuro?
Esta compaƱĆa bancaria no es la Ćŗnica que ha tenido problemas con un CEO. Hace unas semanas, Santander tuvo problemas con un ejecutivo al que habĆa prometido el liderazgo de su instituciĆ³n bancaria. TambiĆ©n los directores generales de Porsche y Sears estĆ”n metidos en conflictos legales por su desempeƱo. Por su parte el lĆder de Boeing, por su tibio manejo de la crisis del 737 Max, estĆ” bajo asedio de algunos agentes del entorno.
MĆ”s que otros roles ejecutivos, el papel del CEO tiene un enorme peso en el futuro de las marcas. SegĆŗn Carter Baldwin, estos profesionales son cruciales para inspirar a otros directivos de alto nivel a realizar mejor su trabajo. AdemĆ”s, en cifras de Timecamp, es crucial para desarrollar, cambiar y mantener una fuerte cultura organizacional. McKinsey tambiĆ©n reafirma que este rol es crucial para que una empresa pueda modificar su rumbo a futuro.
Que un CEO abandone una compaƱĆa, especialmente una que ha registrado una notable recuperaciĆ³n en los Ćŗltimos dos aƱos, no es buena seƱal. Bien podrĆa perturbar los esfuerzos de recuperaciĆ³n y hacer que la marca vuelva a aterrizar en un periodo de dificultad econĆ³mica. Por otro lado, es posible que sea solo un cambio entre estado de emergencia y estabilizaciĆ³n. De todas formas, es un movimiento arriesgado para una marca en proceso de recuperaciĆ³n.