Antes de que Apple se convirtiera en la sólida empresa global que todos conocemos hoy en día, pasó por un periodo de transición de la marca naciente creada por Jobs y Wozniak, a la empresa dominada por directivos y sin Steve Jobs dentro dentro que estuvo al borde de la quiebra. Hoy se cumplen 10 años de una de las desiciones trascendentales para convertir a Apple en lo que es actualmente.
Un día como hoy pero del año 2005, Apple escribía en su blog:
“El día de hoy, en su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC 2005), Apple anunció sus planes para incorporar a los modelos de sus computadoras Macintosh los microprocesadores Intel para esta misma fecha del próximo año y hacer el cambio para que todas las Macs usen los microprocesadores Intel para finales del 2007. Apple mostró un adelanto de la versión de su aclamado sistema operativo, Mac OS X Tiger, corriendo en una Mac basada en Intel a más de 3800 desarrolladores presentes al CEO Steve Jobs. Apple también anunció la disponibilidad del Developer Transition Kit, que consiste de un sistema de desarrollo de Mac basada en Intel junto con una revisión previa de las versiones de software de Apple, que permitirán que los desarrolladores preparar versiones de sus aplicaciones que se ejecuten tanto en Power PC como en las Macs basadas en Intel”.
Anuncio que precedió a un memorable anuncio por parte del entonces CEO Steve Jobs:
La transición de la arquitectura PowerPC a los procesadores de Intel, representó un gran negocio para Apple ya que permitió incluir procesadores más potentes que el G4 dentro de sus portátiles, algo que era imposible con la arquitectura de PowerPC, ya que el G5 consumía demasiada energía y se calentaba más que los procesadores de la competencia.
La relación estrecha entre Apple e Intel desembocó en grandes productos pensados para la era inalámbrica y móvil, con el lanzamiento de la MacBook Pro, la MacBook Air y en años más recientes, la MacBook de 12 pulgadas, la primera en no utilizar ventiladores.