Y sólo nos dedicamos a inscribirnos y consumir contenidos o servicios online sin ponernos a pensar ¿Quién es el producto? ¿El producto soy yo o a los que supuestamente me estoy suscribiendo? Es una buena pregunta y por lo mismo porque es tiempo de ir depurando a qué sí debemos de estar suscritos y a qué no. A dónde sí nos interesa ser el producto y qué nos interesa comprar y por cuánto. En este mundo revuelto, estamos comprando por impulso y demás, sólo por comprar y envueltos por consumismo. Como una respuesta a una catarsis cognitiva al encierro antropológico que muchos clientes están viviendo. Cambian de hábito por cambiar, porque están modificando su identidad. Quizá porque nunca supieron quienes eran y ahora menos saben quiénes son en realidad.

La moneda de cambio eres tú si es gratis

Es muy sencillo. No s trata de decir que las redes sociales son malas o buenas. Esta es una discusión intrascendente y fuera de lugar. Eso está por más. Cuando en una aplicación o un servicio no te cuesta nada, el servido que te dan, lo que quiere decir es que que tus datos, tu presencia, tu información, que seas parte de un directorios. Lo que tiene valor para todos eres tú. Es decir tú eres el contenido de esta aplicación o ese mismo sistema. Y esto quiere decir que el producto eres tú mismo. Así de sencillo. Cuando no pagas por un servicio digital, tú eres parte del producto que se está ofreciendo. Si vas a comprar un café a una cafetería, lo más común es que pagues el café que te tomas. El producto es el café por el que pagas. Si vas a la misma cafetería y no pagas por el café que consumes, en ese momento, te estás convirtiendo en el producto. Esto fue algo muy frecuente en el servicio de oficinas de Wework, hace ya algún tiempo cuando empezó su lanzamiento aquí en México. La barra de cervezas era gratis. Sí, completamente gratis. Lo que no se daban cuenta los que las consumían es que la cerveza era gratis porque el producto eran las personas que seguían utilizando las instalaciones del sistemas de oficinas. Por eso, las cervezas son gratis, porque en ese momento, el producto eran los emprendedores y los oficinistas que ocupaban Wework. Vale la pena ir reflexionando todo esto por ahí, como cliente, como marca y como agencia para poner el valor verdadero a las cosas. Al contenido y quien lo trabaja y lo genera. De aquí para adelante.