Te compartimos el antídoto ante la falta de integridad, la cual devasta personas, familias, organizaciones, sociedades y países enteros.
Los contrastes entre dos exitosos deportistas. ¿Por qué un triunfador se sale del guion y hunde su vida personal, social y profesional?
Tiger Woods y Lorena Ochoa, golfistas triunfadores, uno marchó a la fosa, otra a la cúspide.
“Tarde o temprano te tienes que comportar como un ser humano”.
Esta expresión, corresponde a la lapidaria frase del golfista Mark O’Meara, hacia Tiger Wood
cuando éste no asistió al reconocimiento que le hacían al propio Mark, ingresado al salón de la fama; él fue uno de los mejores amigos de Tiger.
En esta colaboración nos centraremos en dos excelente golfistas, por un lado, Tiger Woods, quién al alcanzar la cima del éxito profesional, da un giro de 180º, dejando en el desamparo a la familia, patrocinadores, a la agencia que maneja su estrategia, a fans y a toda la concepción cimentada en derredor de él. Por otro lado, Lorena Ochoa, golfista mexicana muy exitosa en su vida personal y profesional, la cual ha demostrado congruencia e integridad.
Cuando triunfar deja de ser divertido
Que discordante es hacer apología con un hombre triunfador deportivamente y fracasado personalmente en la etapa de más éxito en su vida pública; y nos referimos a Tiger Wood, con su desconcertante comportamiento, que al llegar a la cima expresó con sus actos personales como lo fue el fraguar de manera negativa la mejor acción de su vida, que es la de haber sido triunfador y consecuentemente caer en la depresión.
Sin buscar justificar su comportamiento de adulto, creemos que nada es gratuito; la vida, la niñez y la juventud de Tiger están colmadas de experiencias personales muy espinosas de ilustrar y que sucedieron en el seno de su hogar, que sin duda repercutieron en su adultez y en su conquista del triunfo.
Tiger en su niñez y juventud
Eldrick Tont “Tiger” Woods. Nace en Cypress, ciudad ubicada en el condado de Orange en el estado estadounidense de California un 30 de diciembre de 1975, sus padres: Earl Woods, de origen afroamericano (con ascendencia china y amerindia) y Kultida Woods, de origen tailandés (con ascendencia china y holandesa).
Tiger tuvo un padre cruel, despótico, un alcohólico insolente y mujeriego; participó en la guerra de Vietnam; a su hijo lo apodó “Tiger” en honor a su compañero de combate Nguyen Phong, quien salvó su vida en la Guerra de Vietnam.
No se puede dejar de reconocer que su padre construyó, en su hijo, una mentalidad ganadora; lo llevaba a niveles de entrenamiento al estilo militar, pero con enérgicas humillaciones y pretensiones, no propias para un niño; para Tiger, su padre, fue una pesada imagen en su vida, como niño lo admiraba, ya como adulto lo despreció.
A los dos años (1978) Tiger fue presentado por su padre en el show de Michael Douglas, dónde sorprendió a los televidentes norteamericanos; en el escenario practicó algunos golpes de golf, demostró a esa tierna edad tener un estilo de golpeo sensacional, hacer esto a los dos años, en etapa inicial de la vida, es de un niño superdotado.
Comenzó a representar un icono racial, siendo una esperanza; para los aficionados y practicantes del golf, fue un modelo a seguir, incluso para golfistas reconocidos como Jack Nicklaus. Esta fama fue reforzada por Nike marca mundialmente conocida, la que fue su patrocinador, así como la Agencia IMG; esta agencia está especializada en deportes profesionales, fincan sus estrategias en el talento, la experiencia y el liderazgo de sus clientes.
Tiger Triunfador
Hoy cuenta con 43 años; considerado uno de los golfistas más importantes de todos los tiempos, junto a Jack Nicklaus y Arnold Palmer.
Tiger Woods ha ganado todo:
Lideró la lista de ganancias en el circuito estadounidense en diez ocasiones; también se destacó dentro del European Tour, donde ha obtenido 40 victorias y 90 top 10.
Tiger arruinado
Se dice que el disparador del derrumbe de Tiger fue en la madrugada del 27 de noviembre de 2009, a las 2.25, cuando un accidente dejó a Woods inconsciente sobre el asfalto tras huir de su casa después de que su esposa Ellin Nordegren descubriera su infidelidad.
En realidad, desde nuestro punto de vista el principio que se llevó por delante su imagen y su carrera fue el cumulo de vivencias y experiencias que vivió Tiger desde niño. Es de suponer que los padres fomenten el éxito, el logro en cualquier actividad de la vida, que orienten e inculquen valores, como lo son el respeto, humanismo, honestidad; ésto, según relatan sus biógrafos, no sucedió; con una madre que le inculcó el principio de éxito a costa de lo que fuera o contra quien fuera, a no tener piedad con los rivales.
Tiger sufrió un verdadero infierno que gracias a la rehabilitación pareció desaparecer y regresó en 2017; pero luego de ser detenido por conducir bajo los efectos del alcohol, Woods volvió a necesitar tratamiento contra la adicción a la medicación, precisamente para no perder la custodia de sus hijos”.
Integridad es el antídoto ante el éxito que arrasa
Escribimos en nuestra colaboración del 26 de mayo de 2016, en esta misma columna de Merca2.0, un artículo referido a Lorena Ochoa, golfista exitosa, que, sin el afán de no denigrar a Tiger, es un relato que refleja la vida de Lorena, siendo ésta, de una manera tajante, el reverso de la medalla de lo que aconteció en la vida del golfista.
Aquí presentamos un cuadro resumen del escrito referido a Lorena Ochoa.
Han pasado tres años más en la vida de Lorena (2016 a 2019) y sabemos de buena fuente que, cada día consolida más su vida profesional y personal.
Concluimos esta colaboración glosando la alternativa de tener como modelo de éxito a personas como Lorena Ochoa, quien seguramente está planteando sus acciones del 2020 y años subsecuentes con sólidos cimientos, planeación clara, talento innato y gran actitud positiva. Sabemos a ciencia cierta que “Lorena Ochoa Tiene ganas contagiosas de vivir y escogió el golf como instrumento para interpretar su filosofía personal, que nos permitimos resumir en integridad congruente”.
Dejamos una pregunta al aíre
¿Cómo podremos clonar la conducta de Lorena Ochoa en cada uno de nosotros, y serenar las aberrantes conductas en nuestro México tan desgarrado?
El antídoto se llama integridad y los valores que la constituyen:
Transformemos el sentido de nuestra comunicación personal y grupal, de nuestras charlas de café, de nuestras platicas de sobremesa, de los programas e información que nos entregan a través de los diversos medios de comunicación; factiblemente no estamos consciente de que, con nuestra comunicación, nuestros diálogos, estamos creando apología en un sentido favorable a los generadores del crimen.
“Cambiemos nuestro chip” busquemos, hagamos dialogo que encumbre y genere apología de los héroes de la integridad, ya que: “Tarde o temprano nos tendremos que comportar como seres humanos íntegros”, parafraseando respetuosamente a la organización “AA” “Hagámoslo hoy, sólo por hoy”.