En plena Semana Santa y como era de esperarse, este primero de abril entró en vigor la segunda etapa de la primera fase de la norma Norma Oficial Mexicana (NOM) de etiquetado, misma que impedirá que los empaques, cajas o envolturas tengan figuras, personajes, actores o caricaturas impresos.
Esta nueva disposición, desde su primera etapa, ha sido fuertemente criticada por diversos jugadores de la industria y otras instituciones quienes en más de una ocasión argumentaron que las nuevas normas de etiquetado no resolverían por sí solas los problemas de sobrepeso y mala alimentación en el país.
Las contradicciones
Y es que la intención de este nuevo paso en la implementación de la norma es reducir la influencia que personajes como el Osito Bimbo, Pancho Pantera o Melvin pueden tener al momento de decidir una compra entre los consumidores más jóvenes, situación que aunque ha sido aplaudida por muchos, para las marcas supone la perdida de un gran activo que históricamente ha trabajado para mejorar la efectividad de sus acciones de mercadotecnia y comunicación.
Cuando menos, así lo revela un estudio de la firma System1, citado por Adweek, el cual apunta que estos personajes ayudan a que las estrategias de marketing sean hasta un 37 por ciento más efectivas.
Adicional, las restricciones en el uso de estas mascotas de marca limita el poder de las firmas para incidir en las decisiones de compra de sus posibles compradores.
Recordemos que el 69 por ciento de los consumidores en México están dispuestos a pagar más por un producto que tenga un buen packaging, mientras que el 76 por ciento de las decisiones de compra se toman en el punto de venta. El empaque es fundamental.
Lo cierto es que el adiós del Gansito Marinela y Chester Chetos, podría ocasionar una caída en ventas, lo que de manera natural podría elevar los precios de los productos hasta en un 30 por ciento en función de la intención de las empresas por mantener su negocio.
Cuando menos así lo refirió César Enríquez Morán, director de la Asociación Americana de Marketing (AMA), quien tal y como publican diversos medios, ha indicado que con esta normativa “vas a matar al Osito Bimbo, al Tigre Toño y al Pancho Pantera, en estos productos de consumo la influencia del empaque es hasta un 30 por ciento la decisión de compra, si se caen las ventas ese mismo porcentaje se incrementará de precio al consumidor, porque las empresas no están dispuestas a tirar dinero”.
Más allá del Tigre Toño
Lo cierto es que la implantación de esta nueva fase tiene muchas otras variantes más allá de la desparecían de los personajes de marca.
A continuación te presentamos algunos puntos básicos sobre lo que supone la implementación de esta nueva fase del etiquetado de productos en México:
- Las marcas no podrán utilizar las recomendaciones de expertos o declaraciones nutrimentales en productos con sellos de advertencia, y ahora ya deben de contener información más detallada.
- La tabla de nutrición debe ser más clara y las porciones de cada producto tendrán que estar estandarizadas en 100.
- La lista de ingredientes debe ser precisa sobre los elementos que representan un riesgo para la salud.
- En la lista de ingredientes, todos los azúcares añadidos se van a tener que agrupar entre un paréntesis después de la palabra azúcares añadidos.