El jueves 5 de abril, el grupo Carrefour, que controla unos 500 puntos de venta en Argentina, la mayoría bajo el mismo nombre que la compañía francesa, está en crisis.
Según la empresa, que tiene unos 20 mil empleados en el país, hace tres años que pierde dinero. De hecho, a fines del año pasado desplazó al CEO, que llevaba más de una década al frente de la marca, para traer un ejecutivo experimentado (el francés Rami Baitiéh) que ya ha estado a cargo de otros salvatajes del grupo en Turquía, Rumania y, más recientemente, en Taiwán.
La realidad del supermercado, según la propia compañía, la ha llevado a presentar a las autoridades locales un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPCE), que es un paso a través del cual las empresas, si demuestran que sus números están en rojo, tienen permitido encarar un plan de despidos masivos.
En este contexto, es clave una reunión de este lunes en el Ministerio de Trabajo de la Nación, donde la firma y el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) buscarán enfrentar la situación de rojo en los balances. Desde el gremio dijeron que buscan evitar el cierre de 11 hipermercados.
Desde la empresa niegan cierres, por ahora, ni que vayan en camino a una quiebra o a un concurso de acreedores.
“El PPCE es una herramienta que utilizan las compañías argentinas ante situaciones adversas. Contempla el pago de hasta el 50% del monto que corresponde por indemnización y no se tienen en cuenta los plazos legales que se establecen para suspender personal”, publica Clarín.
Entre las opciones está la posibilidad de abrir retiros voluntarios o que se cierren locales y se reubique a determinada cantidad de gente.
Carrefour está hace 35 años presente en la Argentina y es quien lidera en ventas en el rubro supermercados. Su crisis es un gran problema para el presidente Mauricio Macri, en especial de cara al G-20 que se realizará en el país. Que una mega cadena como la francesa no logre sostenerse en pie, es una muy mala imagen ante la llegada de los más encumbrados economistas del mundo.
En una entrevista al diario español ABC, Macri culpó a los supermercados de dueños chinos. Dijo que “no se va a ir ninguna”, en referencia a las cadenas de supermercados. Y que su Gobierno trabaja contra “la evasión de cadenas, ligadas a supermercados chinos, que son una competencia desleal y atentan contra el Estado”.