Contrarreloj negocian Canadá y los Estados Unidos el ingreso del país del extremo norte del continente a lo que será, de concretarse, una versión renovada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Hasta ahora, ya hubo un acuerdo entre el país de Donald Trump y México, pero si no ingresa Canadá, será sólo bilateral.
Las necesidades de llegar a un entendimiento de manera urgente son dos. Por un lado, Trump necesita que se firme antes de que se renueve la conformación del Congreso a fin de año, donde no está seguro de tener el apoyo para firmar el nuevo pacto. Hay que recordar que el poder legislativo estadounidense debe recibir el proyecto 90 días antes de aprobarlo.
Por otro, hay apuro en las actuales autoridades de México, porque el presidente electo Andrés Manuel López Obrador asume el 1º de diciembre, y si se posterga la aprobación en los Estados Unidos, ya no podría firmarlo el actual mandatario, Enrique Peña Nieto.
“Los dos equipos intentamos conseguir un compromiso para un acuerdo en el que ambos salgamos ganando”, dijo este viernes al mediodía la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, en un receso en Washington tras más de dos horas de reunión con el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer.
Freeland volvió a repetir lo mismo que desde hace semanas dice el presidente de su país: “Sólo aceptaremos un buen acuerdo para Canadá. Aún no hemos llegado ahí”.
Ambos enviados estuvieron negociando hasta las 22.30 horas del jueves y continuaron durante la mañana del viernes. Y volverán a reunirse en la tarde.
Según la publicación canadiense The Globe and Mail, Lighthizer rechaza cualquier cambio pese a la disposición de Freeland a ofrecer concesiones para mantener el mecanismo de resolución de conflictos en el nuevo TLCAN.
En especial, Canadá rechaza que para resolver controversias sobre subsidios o dumping, no se utilice un panel conjunto de arbitraje. Cree que dejar todo en manos de tribunales nacionales pondría a Canadá y a México a merced de la Justicia estadounidense.
Los productos lácteos que Estados Unidos vende a Canadá son otro punto de conflicto.
Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo el lunes y Trump dejó abierta la puerta para que Canadá ingrese, aunque dijo que quedará fuera si no se suma este viernes.
En Estados Unidos hay muchas críticas hacia Trump. Algunos legisladores republicanos y los demócratas dicen que el Congreso le concedió al Ejecutivo la libertad de renegociar un tratado trilateral, no para desarmarlo o convertirlo en dos tratados bilaterales distintos.
El TCLAN supone el intercambio de 1,1 billones de dólares entre los tres países, siendo el mayor tratado comercial en el mundo.