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La promoción de lugares a través de acciones despectivas de las colaboradoras, revela lo importante que es la interacción basada en principios éticos y libres de estereotipos.
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Un elemento que ha caracterizado a Hooters es que por años ha hecho uso de sus meseras como identificador en el mercado.
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Desde Hooters hasta Victoria’s Secret, la polémica entorno a las mujeres ha sido una constante entre estas marcas.
Hooters México ha hecho una nueva aclaración y la marca ha advertido que sus meseras no llevarán los polémicos uniformes que llevaron a la marca a protagonizar una pésima tendencia en redes durante este fin de semana.
La aclaración ocurre luego de que diversas empleadas de la cadena comenzaran a denunciar en redes la llegada de los nuevos uniformes que se habían convertido debido al diseño con el que contaban, en piezas similares a ropa interior.
Esto forma parte de una pésima corriente comercial conocida en el mercado restaurantero como breastaurants, con la que se refieren al uso desafortunado de colaboradores en estos puntos comerciales.
Hooters México aclara
Hooters México ha aclarado que ellos no están de acuerdo con el diseño de los nuevos uniformes que se están entregando a las meseras en Estados Unidos, por lo que la cadena que opera en el país no hará uso de estas prendas.
La marca aclaró que el uniforme está en un periodo de prueba, por lo que algunas colaboradores han terminado denunciando el aspecto de estas prendas y asegurando que se trata de una mala acción por parte de la marca, llegando a calificarla de sexista.
Hooters México recalcó que al tratarse de una franquicia independencia a la de Estados Unidos, esta no llevará a cabo cambios en el uniforme de las colaboradores y tampoco participará en las polémicas pruebas, pues desacuerdan con su diseño.
Marcas activistas
La sexualización de las colaboradores en restaurantes dio paso al concepto de breastaurants, con el que se consolidó un modelo de negocio que a la fecha sigue generando polémica, a pesar de ser una práctica que inició como una ocurrencia y que a la fecha se ha consolidado como un modelo de negocio que no tiene límites.
El que Hooters experimente con nuevos uniformes que solo le han generado críticas es parte de una conclusión muy cruda y es que las marcas no han aprendido.
Indudablemente hay un enorme reto a resolver en la actualidad y este tiene que ver con la forma como las firmas buscan seguir generando experiencias basados en viejas estrategias comerciales.
Un gran caso para entenderlo ocurre con Victoria’s Secret, una marca que basó el éxito de su empresa en las famosas modelos que comenzó a llamar como ángeles y que al día de hoy siguen levantando un debate entre lo pertinente que ha sido la asociación con la marca y el sexismo que promocionó con la forma como eran exhibidas estas personalidades.
Las críticas escalaron en su momento y se convirtieron en un pésimo antecedente de marca, al grado de obligarla a llevar a cabo cambios, como pasar de ser una firma totalmente patriarcal, con un concepto muy cerrado estereotipo de la belleza, a uno inclusivo con personalidades de alto perfil por los logros profesionales que han alcanzado y los diversos compromisos sociales que mantienen.
En medio de este ejercicio lo que no podemos perder de vista es el activismo de las marcas y cómo termina siendo el camino a seguir, pues de ello depende la trascendencia que se logra en el mercado.
Indudablemente, se han patentado tareas muy importantes cuando se trata de inclusión y dejar atrás prácticas obsoletas, el activismo se ha convertido en una pauta que al ser seguida por las marcas se determina el valor dentro del mercado, al momento de actuar a favor del consumidor
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