Son tecnológicos, emprendedores y tienen conciencia del medio ambiente ¿saben de quiénes estamos hablando? Se trata de la generación homeland y, aunque autores como Mark McCrindle y Emily Wolfinger los llaman generación Z, la realidad es que el nombre es lo de menos, lo realmente importante es que se trata de un grupo de personas que tienen estilos de vida, gustos y preferencias muy diferentes a los consumidores actuales, lo cual representa un gran reto para los mercadólogos que hoy, en su gran mayoría pertenecen a los millennials o en el “peor” de los casos a los de la generación X.

Y digo en el ‘peor’ de los casos porque no sólo tienen que entender qué es lo que busca una generación arriba de ellos, sino dos o hasta tres, porque aunque han seguido de cerca su evolución y, la realidad es que llega un punto en que es difícil de adivinar qué es lo que quieren.

Regresando a las preferencias de los homeland o homies, destaca el hecho de que son los verdaderos nativos de la tecnología y engloban un mercado de más de 30 millones de habitantes en México (de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística), los cuales tienen la capacidad para superar retos e ir paso a paso gracias a lo aprendido con los videojuegos.

Esta generación está compuesta en su gran mayoría por hijos de la “X”, los cuales convivieron constantemente con escándalos corporativos, la bancarrota de consorcios gigantescos, y la falta de ética laboral. Atravesar por dichos eventos los hicieron más pragmáticos e inculcaron en sus hijos el hecho de cuestionar las cosas y no creer en todo a primera vista.

Es por eso que entre las principales características de los homies están: un mejor manejo de Internet; planean a futuro porque nos les gusta arriesgar; tienen conciencia del medio ambiente, razón por la cual prefieren marcas que cuiden de él; y, sobretodo, cuentan con la capacidad para enfrentar desafíos, resistir y salir airosos de ellos.

En cuanto a sus preferencias comerciales, la agencia de investigación de mercados BigFoot, detectó que suelen no ser leales a las marcas porque esperan que éstas vayan cambiando dinámicamente con ellos e irse adaptando a su estilo de vida. Esto se debe principalmente a que pertenecen a la “era conceptual” descrita por el autor Daniel H. Pink, en la que principalmente se logran impresionar por imágenes, al mismo tiempo que buscan profundizar en las características de cada producto y conocer las opiniones de terceras personas.

Su principal fuente de información es internet y lo hacen a través de celulares inteligentes, tabletas o cualquier dispositivo personal. En cuanto a la educación son autodirigidos, es decir, para ellos es más importante hacer que saber, creen en el aprendizaje “justo a tiempo”, desdeñan el conocimiento enciclopédico, no escriben a mano, ser multitareas es su forma natural de operar, tienen cero tolerancia a la demora y estar “conectados” es esencial.

El mundo de las redes sociales y aplicaciones son su motor para interactuar con personas o marcas, siendo el lenguaje visual el que impera, de ahí que redes como Instagram, Vine o Snapchat son las que se encuentran al alza. WSJ publicó un artículo con el título “The Web Is Dying; Apps Are Killing It” en el que destaca que el 86% de la navegación en los móviles se hace desde apps, no desde el navegador. Por lo que Sharalyn Orr, consultora de marketing, asegura que los marketeros tendrán que interactuar constantemente con ellos para atraer su atención.

Tomando en cuenta todas estas características, es un hecho que los expertos no sólo en mercadotecnia tendremos que replantear cuál será nuestra estrategia para llegar a los, que en un futuro no muy lejano, serán 40% de los consumidores. ¿Estamos listos para entender sus necesidades y encontrar la forma de sorprenderlos?