“Sin hogar. Hambriento de éxito. Tome mi currículum”, se puede leer en el cartel que David Casarez utilizó en una avenida en Estados Unidos, con el objetivo de encontrar trabajo.
Se graduó de la Universidad Texas A&M como programador de sitios web y se mudó a Silicon Valley con el sueño de lanzar una empresa emergente, pero se le agotó el dinero, se vio obligado a vivir en su auto, en la calle.
Una vez como homeless ideó la creativa y desesperada forma de solicitar empleo e imprimió cientos de currículums y los repartió en las calles de la ciudad de San José. Fue ahí donde una mujer tomó una fotografía de su estampa y luego compartirla en redes sociales, el caso se hizo viral.
Today I saw this young homeless man asking for people to take a resume rather than asking for money. If anyone in the Silicon Valley could help him out, that would be amazing. Please RT so we can help David out! pic.twitter.com/ewoE3PKFx7
— FullMakeup Alchemist (@jaysc0) 27 de julio de 2018
Las empresas tecnológicas fueron las primeras en atender el llamado, aplaudidas por los usuarios de redes sociales.
De acuerdo con Cazares, ha recibido más de 200 ofertas de trabajo, entre las que figuran los gigantes Google, LinkedIn, Netflix, Amazon y Pandora.
Por el mismo medio, el ahora ex homeless agradeció el “apoyo abrumador”, remarcando que “no hay manera de repagar” lo que se hizo por él.
Thank you all for the overwhelming amount of support you have given me! No amount of good deed on my part could ever repay that debt. I am responding to each and every one of you who have come across my inbox with a carefully crafted response. Thank you for the support!
— David Casarez (@DavidCasarez17) 28 de julio de 2018
“Por favor mándenme a toda otra persona (que tenga) toda esta inciativa”, dijo Austen Allred, director general de Lambda School, después de informar que se había puesto en contacto con el joven.
La viralidad bien encausada deriva en acciones sociales que benefician a la comunidad, como en este caso, que no es el primer. Basta con recordar que frente a este panorama descubrimos historias como la de Michael Retondo, quien fue llevado a juicio por sus padres, para lograr desalojarlo de su casa debido a que no trabajaba ni colaboraba con los gastos de la vivienda.
La historia se viralizó en redes sociales y medios que cubrieron el juicio, llevando a marcas como Villa, a sumarse a la conversación social, luego de que la cadena de restaurantes le ofreció a Retondo un empleo en la cadena y mil 101 dólares, un dólar más que la cantidad ofrecida por sus padres para que desalojara su vivienda.
En este sentido, las compañías -atentas a la conversación digital- se benefician con la reputación de colaborativas con la sociedad, en este caso específicamente en el segmento tecnológico. Al final, la acción causa un impacto directo y positivo para el profesional.