Todas las mujeres y hombres de acero son admirables para mí. Completar un Ironman requiere esfuerzo, dedicación y sacrificio extraordinarios. La prueba consiste en nadar 3.8 kilómetros, montar una bicicleta 180 y correr 42; poco más de 225 kilómetros en una sola sesión, que deberá durar menos de 17 horas.
Dentro de todos esos seres humanos admirables se encuentra uno, que me parece el más especial: Hiromu Inada. Ha cosechado un sinfín de metas, logros y medallas. A sus 85 años había ya participado en el Campeonato Mundial realizado en Hawaii, donde se reúnen los mejores del mundo, en tres ocasiones: 2012, 2016 y 2018. Ha sido poseedor del récord como atleta de mayor edad en completar esta durísima prueba.
Imaginemos la fortaleza que alberga su cuerpo, mente y corazón, para lograr esos extraordinarios resultados, aun teniendo consigo el peso que otorga la edad. La historia de Hiromu será imborrable pero no está concluida aún. Será el próximo 6 de octubre del presente año, día en que volverá a intentar cruzar la meta del campeonato del mundo, con 89 años cumplidos y a solo un poco más de un mes de cumplir 90.
Es tan bueno en el deporte y tan longevo, que el grupo de edad de mayores de 85 años en competencias, ha sido creado especialmente para él. Hiromu es un ejemplo de constancia y tenacidad, que nos invita a reflexionar acerca del nivel de compromiso y aprovechamiento que tenemos de las oportunidades y capacidades que la vida nos ha dado. Su ejemplo no se limita a lo deportivo y puede ser aplicado en cualquier otro aspecto de la vida.
Sus resultados, que son ya parte de los Récords Guinness, rompen automáticamente creencias, prejuicios y paradigmas relacionados con la edad adecuada para realizar tal o cual cosa. Inada no es el único ser humano de edad avanzada que nos pone el ejemplo, a chicos y grandes, acerca de la perseverancia y disciplina requerida para cumplir grandes objetivos, pero sí el de mayor edad en este deporte.
Comenzó a nadar para mantenerse saludable a los 60 años de edad; a los 65 ya competía en duatlones (eventos que combinan dos disciplinas) y fue a los 70 que participó en su primer triatlón. Hiromu nos grita fuerte que nunca es tarde para empezar y que nunca se es lo suficientemente grande en edad como para detenernos.