“Sólo en cines”, la famosa frase que desapareció de los pósters durante la pandemia, está de regreso y con más fuerza.
Luego de dos años en que prácticamente cada estudio y cada filme tuvo una estrategia distinta de lanzamiento y donde quedó claro que otras estrategias de distribución son viables, pero no causan el mismo impacto ni recuperan igual la inversión, Hollywood está determinado a conseguir que la gente vuelva a los cines.
Los efectos de la pandemia se siguen viviendo en muchas industrias. Para Hollywood ha implicado ya cambios irreversibles como la disminución en la ventana de distribución entre cines y otros medios y que ahora es de 45 días (la mitad del tiempo). Ello y el cambio de dinámica ha hecho que la vuelta al cine esté siendo más complicada de lo que se esperaba. Había la ilusión de que la gente “saliera corriendo” de sus casas para ir a teatros, cines, parques y demás; no está siendo así del todo. Está tanto el factor económico y de crisis, como el que la percepción y dinámica de a qué salir y porqué ha cambiado cuando mucho se puede hacer (o podrá hacerse) en línea.
En el caso del cine, un gran tema ha sido que para el público en general, entre tanta experimentación, le es difícil diferenciar a dónde están llegando los estrenos. Títulos que antes hubieran llegado a las salas como “Black Widow” o “Soul” estrenaron simultáneamente o directo en Disney+, dependiendo el país. Warner Bros. como parte de su estrategia para reforzar HBO Max lo hizo así para todos sus títulos (“Matrix Resurrección”, “Duna”, etc.), mientras que otros como Paramount+ con “Un lugar en silencio” comenzaron reduciendo la tendencia. Igual hubo otros “experimentos” como la llegada de “Trolls 2” o de “Mulán” con un cargo adicional. Las medidas ayudaron en su momento a impulsar plataformas y a darle ingresos a los estudios en un periodo que de otra forma hubiera sido de mayor sequía.
Para el púbico, una cuestión está siendo “si vale la pena” ver algo en el cine o no, o si mejor esperar a que llegue a alguna plataforma (costo-beneficio). Para los estudios y los cines, el esfuerzo está en hacer volver a la gente a las salas y más aún en comunicar adecuadamente qué llega a cines y qué a otros medios. Antes, esa percepción era a la inversa. Se asumía que “todo” llegaba primero a cines y luego a otros medios. Ahora, no. Y la cuestión está en que, dado el perfil de muchos de los títulos estrenados bajo mecanismos inusuales, el público general está confundido.
Un estudio reciente, por ejemplo, indicó que 38% de los encuestados pensaron que “Thor: Amor y Trueno” llegaría sería un estreno simultáneo en salas y Disney+ y 10% que sólo sería digital. Para “Minions: Nace un villano” no fue tan diferente con un 40% y un 12% respectivamente. Por ello, las campañas de marketing se han enfocado en destacar en pósters, tráilers, comerciales, espectaculares y entrevistas que el estreno es “sólo en cines”.
Hollywood debe generar una nueva manera de interpretar los estrenos. Está y seguirá el reto ante plataformas como Netflix que tienen estrenos muy limitados y que en gran medida llegan en digital. Está el mostrar la diferencia en experiencia, en recordarle a la gente aquella famosa frase de “el cine se ve mejor en el cine” y a la cuál ha contribuido, por ejemplo, “Top Gun: Maverick”. La secuela del clásico de Tom Cruise es la película más taquillera en lo que va de 2022 y una prueba de que cuando el título consigue atrapar al público, el boca a boca hace su magia y la gente va al cine, dándole mucho mayor sentido y propósito a aquello de “sólo en cines”.