Mientras la Generación X se adentra inexorablemente en los mediados y tardíos de sus años cuarenta, nos vamos dando cuenta que los achaques médicos comienzan a presentarse. Los treintones y cuarentones comenzamos a preocuparnos por nuestra salud y las empresas encargadas de lo propio se han dado a la tarea de targetearnos con todo.
La realidad es que las generaciones mayores, si es que tenían cobertura médica privada, ya la han contratado y si no, no lo harán. Los millennials en general, aun no quieren pensar en lo propio; pero para los GenX´rs, la cuestión de la cobertura médica y la inversión en la salud han comenzado a ser un tema de discusión entre los mismos.
Enfermedades como la diabetes se han convertido en una epidemia en la Generación X. Lo mismo ha ocurrido con otros padecimientos metabólicos como el colesterol alto, ácido úrico y demás. Ello se ha convertido en un gasto que, hace una década no se tenían previsto.
Las compañías aseguradoras y filiales bancarias han comenzado a ver en este mercado un jugoso y rentable nicho, ya que es en estos momentos cuando nos hemos dado cuenta de lo necesario de estar asegurado con la finalidad de acceder a servicios médicos y estudios de laboratorio de alta calidad .
Por esto, cada vez más, la Generación X dispone de hasta 10 por ciento de su ingreso anual en medicina preventiva, ya que el miedo a las enfermedades crónicas es ya una preocupación en la mente de este consumidor.