La industria textil se vio revolucionada a mediados de la primera década del 200 por la aparición de marcas de moda rápida que lo cambiaron todo como H&M, Zara y Forever 21 (luego se sumaron otras, como la china Shein).
Estas compañías de moda alteraron los modelos tradicionales de producción y venta de indumentaria creando una nueva forma de hacer negocios: el fast fashion.
Las marcas del fast fashion operan en un ciclo de producción acelerado (muy acelerado), con nuevos estilos y tendencias que se lanzan mensual y hasta quincenalmente.
Esto les permite responder rápidamente a las tendencias en el mundo de la moda y capitalizarlas (y vaya si lo hacen).
La ropa se fabrica rápidamente, frecuentemente en países con costos laborales más bajos, y luego se envía a tiendas de todo el mundo.
Las novedosas estrategias de marketing de estas marcas también ayudan a impulsar las ventas.
Crean interés en los consumidores en torno a sus nuevas colecciones usando las redes sociales y el bombardeo de campañas publicitarias, así como a través del comentario de la experiencia en tienda de influencers.
Y algo clave: ofrecen precios más baratos que sus rivales tradicionales y de lujo, lo que las hace atractivas para un amplio grupo de consumidores.
H&M, encerrada entre aumentos de materias primas y precios de venta
Pero no todas son rosas en el mundo del fast fashion, la tendencia sobre el cuidado del medioambiente y el reciclado de la ropa, sumado al aumento de las materias primas está afectando a marcas como H&M y Zara.
H&M, por ejemplo, tiene problemas para lidiar con la inflación, los precios y el inicio de un periodo de recesión global.
El minorista sueco comunicó este viernes 27 de enero un retroceso mayor al esperado en sus ganancias del trimestre entre septiembre y noviembre de 2022. Las causas: la baja confianza del consumidor y el aumento de los costos que no pudo transferir por completo a los precios de venta de los productos.
La ganancia operativa de H&M fue de 820 millones de coronas (unos 80 millones de dólares) en el periodo, muy por debajo de los 6.270 millones de coronas de 2021.
Las expectativas previas de los encuestados por Refinitiv habían pronosticado ganancias operativas cercanas a los 3.660 millones.
“Las menores ganancias en el cuarto trimestre comparado con el mismo trimestre de 2021 se explica por factores externos negativos y la baja aportada por la salida de Rusia”, dijo la firma en un comunicado.
Efectivamente, el impacto de abandonar Rusia sigue afectando a H&M, además de los mayores costos de materias primas, los fletes y el precio de la energía. El informe completo de H&M.
También impactó el costo de la reestructuración, que totaliza unos 5 mil millones de coronas, según la CEO de H&M, Helena Helmersson. “En lugar de trasladar el costo total del aumento de las materias primas a nuestros clientes, decidimos fortalecer todavía más nuestra posición en el mercado”, dijo.
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