La Declaración de Panmunjom será estudiada en los libros del futuro como un hito en trágica historia de la Península de Corea. Es que si bien los combates en la Guerra de Corea finalizaron en 1953, sólo se firmó un armisticio. Como nunca hubo un tratado de paz, ambos bandos se encuentran, técnicamente, en guerra.
Este viernes 27 de abril, después de un día lleno de reuniones, Corea del Norte y Corea del Sur acordaron firmar un tratado de paz para oficialmente poner fin a la disputa, 65 años después del cese de las hostilidades.
El documento, llamado formalmente “Declaración de Panmunjom para la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península Coreana”, coincidió con un encuentro, no menos histórico, entre los líderes de ambas naciones.
Así es, el presidente surcoreano Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong Un se dieron un apretón de manos este viernes en la línea divisoria entre ambos países, en la llamada Zona Desmilitarizada, un gesto lleno de simbolismo que quedará en la historia.
A step towards peace: North and South Korea agree to goal of ‘complete denuclearization’ of Korean peninsula https://t.co/SUZ22i7LZp #InterKoreanSummit pic.twitter.com/7VPr4MEeEu
— Reuters Top News (@Reuters) 27 de abril de 2018
El sábado pasado, Kim anunció la suspensión en los ensayos nucleares y de los lanzamientos de misiles balísticos de largo alcance. La desnuclearización de Corea del Norte es clave en el acuerdo de paz.
No está claro qué cederá Corea del Sur, y su aliado Estados Unidos, para que Pyongyang desarticule su arsenal nuclear. En otros intentos de paz, el apoyo de Corea del Norte a la desnuclearización estuvo condicionado a la salida de las tropas estadounidenses estacionadas en la vecina del sur, y que Washington pusiera fin al paraguas nuclear que le presta a su aliado.
Negocios
Para las empresas de la región, muchas de ellas multinacionales de alcance mundial, es una gran noticia que se firme una paz duradera.
Basta decir que Corea del Sur es el quinto mayor productor de automóviles del mundo, con Hyundai y Kia como estandarte. Una guerra seguramente derrumbaría sus producciones, generando verdaderos problemas en toda la cadena de distribución.
Corea también atesora las casas centrales de gigantes como Samsung, LG, Lotte o Hanjing (al que pertenece Korean Air). Un dato más que revelador: sólo el valor de marca de Samsung representa el 20 por ciento del PBI coreano.
Y hay más, Samsung no sólo fabrica teléfonos, también tiene negocios en la producción de químicos, equipo médico y una gran cantidad de aparatos electrónicos.