La candidata demócrata Hillary Clinton perdió en las elecciones que cerraron este martes ocho de noviembre, ante el triunfo del republicano Donald Trump.
La campaña de Clinton recurrió a una serie de estrategias con las que buscó identificarse con la diversidad de mercados que habitan en Estados Unidos, como es el caso del hispano, ante el cual realizó acciones como llevar a su candidato a vicepresidente Tim Kane, a eventos en donde este se comunicaba en español.
Una de las estrategias básicas de marketing político y que es aplicada en periodo electoral, es el merchandising con la imagen del candidato, por lo que el diseño de su logo e imagen es clave para que este logre competir en el mercado.
Un ejemplo de la importancia que tiene el diseño en la imagen del candidato durante una campaña política, ocurrió cuando el presidente Barack Obama compitió como candidato en su primer periodo electoral donde su imagen diseñada por Frank Shepard Fairey, convirtió el cartel de Hope en uno de los trabajos más representativos nivel mundial y que fue realizado en una campaña política.
Este contexto nos permite entender por qué resulta interesante para el consumidor identificarse desde la imagen de sus candidatos. Ejemplo de lo anterior ocurrió con la candidata demócrata Hillary Clinton, quien a pesar de haber perdido la contienda ante Donald Trump, las ventas de sus productos de merchandising están agotándose, tal como puede observarse en el sitio web de su campaña y de acuerdo a trascendidos publicados por medios como TMZ.
Esta tarde hemos ensayado para una noche electoral de gran emoción. Thanks @NEAToday for sending us merchandising to support @HillaryClinton pic.twitter.com/I2uHgGrjGp
— Iñigo Aguayo (@InigoAguayo) 8 de noviembre de 2016
En el caso del candidato Donald Trump, su famosa cachucha roja también se convirtió en uno de los productos más deseados en mercadotecnia política.
El accesorio lleva una leyenda en la que se lee: “haz América grandiosa de nuevo”.
La compra de estos productos y el fenómeno que viralizó sus altos niveles de demanda, nos recuerda la importancia que tienen los procesos electorales en el día a día del consumidor, que encuentra en el merchindising de sus candidatos, una forma de identificarse con un producto electoral.