La candidata demócrata Hillary Clinton visitó una taquería como parte de sus actividades de campaña rumbo a la presidencia de Estados unidos.
Durante su visita a la ciudad de Las Vegas, Nevada, la candidata demócrata se presentó en las instalaciones de la taquería El Gordo, un popular lugar con un menú mexicano donde destaca la venta de tacos al pastor.
A través de publicaciones en redes sociales, se muestra a la candidata llevar entre sus manos un plato con tacos al pastor, momento que se convierte en estrategia clave para generar identificación con un mercado hispano, donde la imagen gana cuando se realizan actividades en las que se muestra el respeto por la herencia cultura de este segmento, según Experian.
La firma encontró en 2014 que, por ejemplo, las marcas que se comunican en español con el mercado hispano, mostraban respeto por la herencia cultural y cultura de este segmento, lo que generaba en ellos lealtad en su consumo.
Estas fueron las reacciones que generó Clinton al entrar a una taquería de Las Vegas.
"You gotta try this," Clinton says of Tacos El Gordo pic.twitter.com/i5xZgMCVwW
— Chris Kudialis (@kudialisLVSun) 13 de octubre de 2016
Los mejores tacos de Las Vegas los he comido en "Tacos El Gordo" (los originales de Tijuana y San Diego); hoy Hillary Clinton fue por unos| pic.twitter.com/JFilnMsKiY
— Carlos Quiñones (@sabio28) 13 de octubre de 2016
El momento en que Clinton acude a una taquería ocurre luego de que en Estados Unidos una food truck de comida mexicana se colocó como el mejor negocio de la Ciudad de Nueva York.
En medio de este ánimo resulta importante observar el interés que genera en el electorado un político que demuestra empatía a través de una estrategia de mercadotecnia política clave en campaña: cercanía.
La cercanía ha convertido a las redes sociales en herramientas fundamentales para la mercadotecnia política, al promover la comunicación entre electores y políticos, además de que se convierten en importantes canales para la transmisión de este tipo de acciones, como elementos que abonan a la percepción positiva de un candidato o por el contrario, se convierten en un golpe en su imagen que determina la caída en su valor de marca, tal como ocurrió a Donald Trump.