Una fotografía ha dado la vuelta al mundo en las últimas horas y ha mostrado el cansancio excesivo que padece el cuerpo de bomberos de Portugal luego de más de tres días de luchar contra uno de los incendios forestales más devastadores en el país en los últimos años.
Uno de los bomberos que se encuentran en Pedrógão Grande aprovechó un corto de receso de sus colegas y los fotografió mientras descansaban sobre la hierba usando sus chamarras como almohadas para capturar al momento, el cual ya se convirtió en tendencia en redes sociales.
La fotografía subida en Facebook el pasado domingo en la página Respeito pelos Bombeiros (Respeto para los bomberos), ha sido compartida más de 70 mil veces.
Mientras que en Twitter, la imagen ha alcanzado más de 15 mil retuits acompañada de la frase: “Una gran foto. Sólo nos resta agradecer”. Otros usuarios compartieron mensajes semejantes con la etiqueta #herois (héroes).
El hashtag #herois ha registrado 143 mil cuentas alcanzadas en Twitter y cerca de 170 mil impresiones, de acuerdo con cifras de TweetReach.
Cerca de 62 personas han fallecido en los incendios forestales en el municipio de Pedrógão Grande y otras zonas del central distrito de Leiria.
El incendio, que comenzó el 17 de junio en una zona desértica de Pedrógão Grande, a unos 200 kilómetros al noreste de Lisboa cobró la muerte de cerca de 62 personas por los incendios forestales en los municipios de Pedrógão Grande, Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pêra.
“Muchos murieron en sus coches mientras intentaban huir de las llamas”, indicó el secretario de Estado para Asuntos Internos, Jorge Gomes, en declaraciones a la prensa para dar una actualización sobre los incendios, que siguen activos hasta el momento de esta publicación pese a los esfuerzos de cientos de bomberos para combatirlos.
Más de 773 bomberos y 226 vehículos fueron enviados desde la noche del sábado para combatir los incendios, que estallaron en Pedrógão Grande y se extendieron rápidamente en varias direcciones, sorprendiendo a los residentes de la región.
La Policía de Portugal ha descartado por completo que el fuego haya sido intencionado y considera que el incendio fue resultado de rayos que cayeron sobre el pasto y los arbustos secos.