Si quisiéramos ilustrar en el diccionario la definición de ironía, podríamos usar el caso de George Orwell y lo que sus herederos están haciendo en nombre de su obra. El fallecido novelista, autor de las novelas Rebelión en la granja y la exitosa 1984, profetizó un mundo en el que el estado vigila y controla a sus ciudadanos hasta el punto de estrangular su sentido de la privacidad y de voluntad propia. Hoy mucho de lo que se describe en sus novelas se ha vuelto realidad, y por ello existe el término “Orwelliano” que se refiere a situaciones que asemejan a la sociedad totalitaria y represora que es representada en 1984.
De acuerdo con la firma de investigación Statista, los libros del británico siguen siendo un éxito de ventas, con 25 millones de ejemplares hasta el año 2013.
Orwell, quien dejó este mundo en 1950, dejó sus bienes y derechos de sus obras a la Orwell Estate, que se ha ganado a pulso la reputación de tener un estricto control de sus marcas registradas mediante la vigilancia de internet para encontrar posibles violaciones.
De ello dio cuenta el sitio especializado en derechos de autor, copyright y privacidad TorrentFreak, al contar la historia del presentador de radio Josh Hadley, quien experimentó de primera mano el rigor del Gran Hermano. Hadely es dueño de la pequeña empresa 1201 Beyond, por medio de la cual reúne y distribuye lo que escribe y dice en su programa.
Entre otras cosas, Hadley vendía camisetas -o pretedía venderlas, pero nunca lo logró – uno de cuyos diseños decía “1984 está aquí”. La semana pasada recibió una carta del sitio web en el que anunciaba las camisetas informándole que sus diseños habían sido retirados de la página por violaciones a los derechos de autor.
La carta argumenta que la camiseta utiliza citas de George Orwell, sin embargo, la única referencia al libro es la secuencia numérica que es a la vez el título del libro.
“Hadley está ofendido por la queja, porque cree que es ilegítima y algo que el mismo George Orwell no apoyaría”, dice TorrentFreak.
“Primero está la ironía de que la George Orwell Estate se comporte de forma orwelliana, y segundo, que no puedes registrar un número”, dice el locutor al sitio. Por ello, ahora Hadley colocará a la venta las playeras en su propia página web y no aguantará más los abusos de los herederos del autor británico.
“Esto es un abuso descarado del sistema de derechos de autor y más aun, es un intento ridículo de controlar algo que no necesita control alguno”, aseguró Hadley.