Durante los últimos años, el mundo de las bebidas ha sufrido un cambio radical. Los cambios del consumidor son evidentes y cada vez más cercanos a un estilo de vida saludable. De esta manera, vender sólo cerveza podría no ser el mejor plan para el crecimiento de Heineken.

Desde Coca-Cola y Pepsi hasta los grandes grupos cerveceros se ha de mostrado que la necesaria estrategia a seguir ante los cambios del mercado, es la diversificación del portafolio de productos, situación que va más allá de lanzar propuestas comerciales en la categoría ya dominada.

Entre cerveza y bebidas energéticas 

Lo que sucede en la industria cervecera es claro ejemplo. Según estimaciones del Registro Internacional de Vinos y Espirituosos (IWSR, por sus siglas en inglés), hacia 2016 el consumo de cerveza habría registrado una caída a nivel mundial de 1.8 por ciento.

Al pasar los años esta tendencia a la baja se ha agudizado en mercados que tradicionalmente eran conocidos por su alto consumo de cerveza.

Por ejemplo, de acuerdo con Nielsen, tan sólo en Estados Unidos entre octubre de 2018 y octubre de 2019, las ventas domésticas de cerveza cayeron 4.6 por ciento.

Mientras en primera instancia esto afecta a un gran puñado de marcas con mucha historia, lo cierto es que la tendencia da pie al nacimiento de contramercados que, por definición, suponen nuevas oportunidades de negocio para diversas empresas. Con el consumo de cervezas baja, la categoría de bebidas mixtas aumentaron sus ventas en un 6 por ciento en 2018.

Un fenómeno similar se vislumbra en el terreno de las bebidas azucaradas contras las bebidas energéticas, asociadas al ejercicio y una vida fitness.

Mientras lo consumidores comienzan a ser más fieles y cercanos a marcas que promueven un consumo menor de azúcar y calorías, las bebidas energéticas reputan en preferencias.

Cifras de Zenith Internacional indican que en América Latina, el mercado de bebidas energizantes tiene un valor de 1.2 mil millones de dólares, mismo que entre 2012 y 2017 creció con un promedio anual de 25 por ciento.

La misma fuente indica que , en términos globales, este segmento creció durante 2017, 119 por ciento, para alcanzar un consumo total cercano a los 545 millones de litros.

Heineken a una nueva categoría 

Con esto en mente, cobra relevancia el nuevo lanzamiento de Heineken con la cual el grupo cervecero aterriza en otra categoría para competir de manera directa con formas como Red Bull.

Heineken presentó este lunes la marca Solar Power, una bebida energética sin taurina y menos de 30 calorías por envase, con la intención de robustecer su portafolio de productos y convertirse en una empresa multicategoría.

“En el último año hemos dado pasos firmes en nuestra evolución como empresa multicategoría, así lo confirma nuestro liderazgo absoluto en el segmento de sidras, nuestra participación en el mercado encabezando de forma contundente el segmento sin alcohol con Heineken 0.0 y al ser pioneros en la elaboración de Hard Seltzer en México. Hoy, con nuestro ingreso al mercado de las bebidas energéticas, con toda certeza esa evolución se consolida”, destacó Etienne Strijp, director General de Heinekene México en un comunicado de prensa.

¿Logrará competir?

México es el segundo país en el mundo al que llega esta propuesta, que tendrá un costo de 30 pesos y que busca derribar a los grandes jugadores de la categoría.

En el mercado mexicano, la bebida energética de mayor participación de mercado es Vive 100 (Quala) con 59.3 por ciento, Monster (Monster Beverage Corp) con 17.3 por ciento y Red Bull con 7.1 por ciento, de acuerdo con Euromonitor.

Aunque la nueva marca cuenta con el respaldo de una firma reconocida mundialmente, la realidad es que los números hablan de un dominio mayoritario de una marca local, que ha logrado conseguir una buena relación en cuanto a precio beneficio.

A pesar de que las opciones de distribución de Heineken con esta nueva marca son interesantes (Oxxo, Six, 7Eleven, así como en supermercados, tienditas y a través de aplicaciones como Amazon, Mercado Libre y Uber Eats), Vive 100 ocupa un punto de venta que ninguno de sus competidores tiene, las calles y semáforos, aspecto que lleva las ventajas de proximidad a otro nivel y es un gran motor para las ventas.