En el mundo deportivo, una de las noticias que en días recientes conmocionó a propios ya ajenos fue el anuncio de la creación de la ahora conocida Super Liga, esfuerzo que ahora parece desmoronarse y del que Heineken consiguió sacar partido.
En principio es justo reconocer lo que esta liga de futbol alterna buscaba hacer y cómo esto podría haber impactado en las inversiones de algunos de los grandes patrocinadores del balompié a nivel mundial.
Lo que está en la cancha
A nivel mundial, como es sabido, la FIFA es el máximo regulador del futbol, mismo que es encargado de celebrar cada cuatro años la Copa del Mundo, torne que se considera como la cumbre de este deporte.
Bajo el paraguas de la FIFA hay seis confederaciones continentales, y los mejores equipos de Europa están representados por la UEFA Champions League.
Con estos hechos de antesala, la Super Liga Europea fue anunciada en días recientes como un intento de los propietarios de algunos de lose quipos más importantes del futbol europeo por crear una nueva liga de 20 equipos, en donde entre los principales impulsores figuraban nombres de escudaras como Manchester United, Liverpool, Arsenal, Chelsea y Real Madrid.
Aunque la pospuesta fue presentada como iniciativa para dar mayor variedad al futbol, para michos fanáticos, jugadores y, por supuesto, para las autoridades del balompié se trató de un movimiento para generar un nuevo negocio que traicionaba a la comunidad mundial del futbol.
Así la FIFA anunció que los equipos que se unieran a la nueva liga, no podrían competir en ninguno de los eventos del organismo mundial, incluida la Copa del Mundo.
Ante esta presión, lo cierto es que la Super Liga se desmoronó con la salida de sus principales impulsores, mismos que en horas recientes se han disculpado por el intento.
Por ejemplo, en un video publicado en las redes sociales del equipo inglés Liverpool, el propietario del club, John W. Henry, considerado uno de los principales impulsores de la Superliga, indicó: “Quiero pedir disculpas a todos los aficionados, a los seguidores del Liverpool Football Club (LFC), por los daños que he causado en las últimas 48 horas. No hace falta decir, pero hay que hacerlo, que el proyecto presentado nunca se iba a llevar a cabo sin los aficionados. Nadie lo pensó nunca de otra manera en Inglaterra”.
Heineken saca partido
Aunque se ha traducido en una clara derrota para la Super Liga, que pudo ser un centro más de patrocinios para muchas marcas, lo cierto es que para Heineken se tradujo en una oportunidad para refrendar su poción como principal patrocinador de la UEFA Champions League y optimizar la relación con los aficionados al futbol.
El movimiento aunque fue simple fue efectivo y se tradujo en una serie de aplausos y buenos comentarios para la marca de cerveza.
DE la mano de la agencia Publicis, Heineken puso el dedo en la llaga sobre el intento equivocado de crear una nueva liga de futbol, con una publicación en Instagram en la que simplemente se lee: “No beba y comience una nueva liga”.
Esta frase fue acompañada por la imagen de una botella de Heineken así como el indicativo que lo reconoce como patrocinador del Champions League.
La publicación que parece haber llegado en el momento adecuado, ha recibido más de 12 mil 800 likes en apenas seis horas de haber sido publicada.
El contexto y la conversación del momento buscaron ser parte de la comunicación lo que tiene sentido si consideramos lo importante de esto para tener resultados satisfactorios.
En este sentido, se prevé que los esfuerzos de comunicación y mercadotecnia que se relacionan con el contexto de las audiencias meta son 63 por ciento más eficaces que aquellos que no toman en cuenta este elemento, de acuerdo con un reciente estudio firmado por Zefr.
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