Desde hace tres o cuatro años que se ha venido hablando del phubbing, nombre que se le da al håbito que tienen las personas de prestar mås atención a sus smartphones que a lo que ocurre en su entorno. Algunos expertos incluso lo consideran ya una adicción a los dispositivos móviles.
Esta tendencia puede resultar muy molesta al momento de buscar una comunicaciĂłn efectiva, pues ya es comĂșn ver en reuniones informales en cafĂ©s o restaurantes personas interactuando de forma sonriente y amena con otras personas, pero de manera virtual y a travĂ©s de sus celulares. Sin embargo, cuando se trata de charlar con otra que estĂĄ presente, no logra seguir el hilo de una conversaciĂłn, porque cada que recibe una notificaciĂłn no puede resistirse a revisar de quĂ© se trata.
Un punto relevante también es el hecho de que ignorar a otros se ha trasladado a åmbitos mås formales como juntas corporativas, presentaciones o reuniones con clientes, donde el que busca demostrar su poder es quien suele abusar de este nocivo håbito.
A pesar de que es una pråctica que todo dueño de un teléfono celular ha aplicado, en toda ocasión el phubbing es una falta de respeto. Ademås habla de una preocupante dificultad por mantener la atención en un tema, e incluso conlleva implicaciones inimaginables en el desarrollo de habilidades sociales en las nuevas generaciones.
La campaña australiana Stop Phubbing afirma en su sitio web que, si el phubbing fuera una plaga, Ă©sta afectarĂa seis veces a la poblaciĂłn de China. TambiĂ©n afirma que al 97% de las personas que fueron ignoradas durante alguna comida no le supieron tan bien sus alimentos, y que el 87% de los adolescentes prefieren comunicarse vĂa servicio de mensajerĂa que cara a cara.
No obstante, las implicaciones negativas que esta prĂĄctica tiene en la vida social de los usuarios, la realidad es que la extrema atenciĂłn que le damos a los dispositivos mĂłviles es una ventana de oportunidad para las marcas que buscan tener una presencia digital. De esto se han dado cuenta los estrategas en marketing y han tomado cartas en el asunto.
Al principio los dueños de restaurantes solĂan quejarse de que el uso excesivo del celular ocasionaba que el flujo de comensales se aletargara y se generan pĂ©rdidas econĂłmicas, pues Ă©stos en lugar de leer el menĂș y elegir algĂșn platillo, se distraĂan mirando su celular y pedĂan al mesero cinco minutos mĂĄs para ordenar. Hoy, por el contrario, se implementan promociones para los usuarios que postean en sus redes sociales fotos en las que aparecen los platillos del lugar, con un hashtag especĂfico o una reseña del servicio.
Tener a un pĂșblico permanentemente pegado a la pantalla del telĂ©fono es una situaciĂłn que estĂĄ siendo bien aprovechada por el marketing interactivo y el geomarketing. Cuando un sistema de geolocalizaciĂłn detecta que un usuario estĂĄ arribando a un lugar, envĂa una notificaciĂłn para que aproveche alguna promociĂłn exclusiva para usuarios mĂłviles.
A todas luces, a las marcas les conviene que los usuarios sean incapaces de despegarse de sus redes sociales y servicios de mensajerĂa, porque es una oportunidad de oro para invadirlos con mĂĄs y mĂĄs publicidad.
Sin embargo, fomentar justo lo contrario, el dejar a un lado las pantallas para ver cara a cara a familiares y seres queridos, puede ser una estrategia incluso mĂĄs efectiva que las tĂĄcticas invasivas de mercadotecnia, pues de esta manera se estarĂĄn tocando fibras sensibles para el usuario, como lo relativo a la parte afectiva y social, y Ă©ste conceptualizarĂĄ a la marca como un elemento de bienestar personal y en su entorno.
Si una marca prefiere hacer Ă©nfasis en que no hay algo mĂĄs importante que interactuar con las personas en la vida real, se estarĂĄ ocasionando un vĂnculo emocional con el usuario, pues Ă©ste, ya sea de manera consciente o inconsciente, valorarĂĄ mĂĄs a aquellas firmas que prefieren fomentar un apego cĂĄlido y real en lugar de invadirlo con promociones y anuncios. Aprovechar esta segunda opciĂłn es un reto interesante para aquellas marcas que buscan distinguirse del resto.