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Los centros comerciales deben reinventarse para sobrevivir.
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Sin espacio para hacerlo de la forma tradicional, hay alternativas: centros de logísitica, dark stores o “cocinas oscuras”, por ejemplo.
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El negocio está, sólo hay que saber ver por dónde pasa ahora.
Los centros comerciales están pasando por un mal momento, especialmente en el mundo desarrollado. Estados Unidos asiste al mayor cierre de este tipo de unidades de negocios de su historia, y en Europa para lo mismo en la mayoría de los países.
Cadenas enteras -como Sears o Toys ‘R’ Us- cerraron, y las que permanecen con vida lo hicieron gracias a fenomenales recortes de empleos e inversiones.
Al mismo tiempo, los alquileres se ven forzados a bajar para tratar de sostener los retailers que se mantienen, con lo que la rentabilidad inmobiliaria también decae.
Pero no todo está perdido, lo que está pasando es que el negocio de este tipo de superficies está pasando por otro lado, sólo es cuestión de entender el fenómeno, y de adaptarse.
Ventajas únicas
En primer lugar, la mayoría de estos centros comerciales está ubicado en zonas de primera clase en cuanto al valor inmobiliario, los propietarios sólo necesitan reinventar las unidades de negocios, pensar en todas las formas en que se puede utilizar una superficie así de forma rentable, como alguna vez lo fueron los comercios minoristas tradicionales.
Para Matthew Lynn, de Money Week, se trata de que “la industria inmobiliaria necesita imaginación”.
“Es cierto que la perspectiva inmediata es complicada. Un gran centro comercial es un activo costoso de mantener. Debe ser limpiado, iluminado, hay personal y espacios que se deben renovar. Si no está lleno, está en problemas”, dice el especialista. Pero advierte que no todo está perdido: “En los Estados Unidos, Amazon comenzó a comprar centros comerciales ‘enfermos’ y los usa como centros de distribución. El gigante de Internet está utilizando esos espacios para enviar sus productos. Otros los convierten en depósitos para empresas de logística, y muchos casos se están convirtiendo en fábricas”.
Lynn dice que “hay costos de conversión”, pero es “mejor que dejar un viejo centro comercial convertirse en una ruina”.
Para el consultor, Amazon y sus rivales “necesitan mucho espacio para entregar todo lo que se compra en línea y eso tiene mucho potencial, seguirá creciendo”.
Dark stores
También hay un segmento de mercado en las tiendas oscuras (dark stores) de los supermercados que hacen entrega a domicilio. En lugar de construir espacios nuevos, pueden reconvertir viejos locales dentro de los centros comerciales tradicionales.
Incuso la pujante industria de la comida a domicilio genera la creación de cientos de las llamadas “cocinas oscuras” donde los menús se cocinan para luego llevarlos a los hogares de los compradores, sin que haya un restaurante real de por medio. Podría ser más fácil usar un restaurante de un centro comercial en desgracia que construir uno desde cero.
Otro destino de los centros comerciales con problemas son las oficinas compartidas, que ofrecen espacio para pequeñas empresas en expansión que no pueden hacerse cargo solas de alquileres altos. Una ex tienda por departamentos podría convertirse en muchas de estas pequeñas oficinas, por ejemplo.
Una ventaja diferencial es que la mayoría de los centros comerciales está en la periferia de las grandes ciudades, con buenos accesos y mucho espacio de estacionamiento, sólo es cuestión de creatividad.
Uno de los fenómenos que se está advirtiendo en los grandes mall es que flexibilizan los contratos para atraer a marcas jóvenes. Se firman acuerdos de renta más cortos, de forma de no obligar a las marcas nuevas a grandes inversiones. Así, los locales se renuevan con mucha mayor frecuencia.
Otra de las estrategias de mercadotecnia es el reenfoque hacia modelos de negocios distintos, como alquilarles el espacio a cadenas de hoteles o empresas relacionadas con el entretenimiento. También se suman más restaurantes y bancos, por ejemplo.