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Los virus se cuentan entre los organismos que más rápidamente mutan y evolucionan en todo el mundo
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Esto, simplemente porque se multiplican por millones dentro de un paciente, acelerando la posibilidad de un error genético peligroso
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Por ahora, todas las variantes de la COVID-19 parecen ser igual de mortales, así como ta vulnerables como la original a las vacunas
Ya en Sudáfrica, Reino Unido e incluso Brasil se han hallado versiones nuevas de la COVID-19 que han probado ser mucho más contagiosas que el virus original. Por ahora, las mutaciones no han probado ser inherentemente más mortales o graves. Pero de acuerdo con El Financiero es solo cuestión de tiempo para que eso suceda. Y es que varios expertos temen que pronto se presente una variante que deshaga por completo los avances logrados en el último año.
De acuerdo con Adam Lauring, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Michigan en Ann Harbor, hay más variantes de la COVID-19 porque hay más contagios. La doctora Pardis Sabeti, bióloga evolutiva del Instituto Broad del MIT y Harvard, teme que en una de esas mutaciones el virus se vuelva mucho más peligroso. El riesgo es tal, que la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a países reforzar tareas de identificación.
Si bien hasta ahora las mutaciones de la COVID-19 solo la han hecho más infecciosa, hay evidencia que en el futuro podría cambiar para hacerla más resistente a ciertos medicamentos. También podría hacer mucho más difícil que se detecte el virus en pacientes con las actuales pruebas que hay en los centros de salud. La única solución para evitar este escenario, sería acelerar los esfuerzos de vacunación, así como el uso masivo de cubrebocas y sana distancia.
Así perciben los mexicanos la situación de la COVID-19
En paralelo a esta situación, la firma de ciencia de datos dunnhumby reveló los resultados de su Pulso del Consumidor, enfocado en la situación de la COVID-19 a escala global. Para el caso específico de México, se encontró que solo el 36 por ciento de la población siente estrés por la pandemia. Sin embargo, es el nivel más alto desde julio pasado, al igual que la quinta tasa más alta percibida del mundo, solo por debajo de Malasia, Brasil, Chile y Corea del Sur.
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Sobre ciertas medidas para evitar la transmisión del virus, México tampoco está en un entorno ideal. Aunque ocho de cada 10 personas usa cubrebocas para evitar contagios de COVID-19, solo el 70 por ciento practica la sana distancia y se lava regularmente las manos. Más crucial aún, el apoyo por el cierre de los restaurantes como focos de infección es significativamente menor. Ahora solo la mitad de la gente apoya la medida, frente al 70 por ciento de septiembre.
También hay un pesimismo ante la efectividad de las medidas de contención puestas por el gobierno. 74 por ciento de la población en México no cree que se suspenderán las medidas en torno a la COVID-19 en los próximos tres meses. Asimismo, solo el 22 por ciento del público cree que las autoridades estén haciendo un buen trabajo para controlar la crisis sanitaria. La aprobación de los agentes privados solo es algo mayor, con el visto bueno del 42 por ciento.
Continúan los estragos de la pandemia
Aún sin una variante resistente a las vacunas, la COVID-19 no ha dejado de ser un peligro de salud para el mundo. En Reino Unido, donde se detectó una de las versiones más contagiosas del virus, se declaró un nuevo confinamiento nacional. Las medidas se espera que duren al menos hasta San Valentín, marcando entonces una cuarentena de más de un mes. Se espera que esta estrategia, junto con la vacuna de AstraZeneca, ponga fin a la emergencia de salud.
Por supuesto, varios expertos se han dado a la tarea de seguir estudiando los posibles efectos continuos de la COVID-19, así como sus dinámicas de contagio. Una de las conclusiones más aterradoras es que no solo la inmunidad contra el virus duraría alrededor de cinco meses, un periodo de protección menor al que algunos esperaban. Aparte, la gente con anticuerpos aún sería capaz de contagiar a otros, lo que significa que los cubrebocas seguirán siendo clave.