La mejor actuación de Brad Pitt en mi opinión, “Moneyball¨ (2011), trata sobre un caso real en los Atléticos de Oakland, equipo de la liga americana de béisbol. Un gerente general (Billy Bean) con una visión distinta al momento de seleccionar los elementos de su equipo; el filme dejó el romanticismo del deporte y se enfocó en el estilo de liderazgo de este personaje. Rompiendo con lo establecido, un método de selección de jugadores basado en los valores ocultos, una ecuación que contemplaba desde las relaciones personales y cualidades deportivas que se valoraban poco en un jugador profesional. El primer resultado de esto fue que la institución tuvo una de las nóminas más bajas de la liga y una mejora inmediata en rentabilidad. Si bien, no fue campeón en esa temporada, logró que otros equipos de la liga adoptaran la metodología, trazando un parteaguas con un estilo disruptivo de gerencia.
El valor de un activo intangible. En la mayoría de los casos sucede que al momento de analizar el listado de activos en las organizaciones encontramos los que corresponden al activo fijo y circulante. Lo que pocas veces se aprecia en los registros es la descripción de activos intangibles (el valor oculto). Sin embargo, al escuchar en voz de nuestro interlocutor cualquiera de sus procesos, la narrativa involuntariamente nos posiciona frente al protagonismo de los activos intangibles, y cómo estos toman el control de la charla. Es cierto que estas entrevistas se efectúan casi todas las veces con el director de la organización, tal vez esto nos da en instantáneo el mejor retrato posible; poco se dice de la parte tangible de la empresa. El director sintetiza en ese breve espacio sus diferenciadores entre los competidores del sector. ¿Cuál es la causa de no documentar estos activos? A esta pregunta le sigue una gran pausa.
En las escuelas de dirección se trata de permear en los alumnos la responsabilidad que se tiene al dirigir. Una de las llamadas “perlas” del aprendizaje es detectar a la estrella o estrellas de nuestros equipos, solo que esta condición extraordinaria no es el común denominador, por dos razones primordiales, una, sería el recurso económico limitado y la segunda, la dificultad de prospectar un recurso finito como lo es el factor humano. En este sentido una de las tareas será identificar el intangible que se tiene al alcance. ¿Cuántas cosas ordinarias ignoramos por distracción o cotidianidad que pudiesen ser de un efecto extraordinario? Observar el porcentaje de bateo en nuestros equipos como un dato duro, nos aleja de los matices particulares de cada persona.
En el caso del filme, sorprende como jugadores que se despreciaban en otros equipos por no cumplir con ciertos estándares, eran seleccionados por los Atléticos de Oakland debido a ciertas cualidades de menor importancia, un equipo sin jugadores estrella como se dice en el argot; jugadores con una cualidad específica dentro del campo. Esta suma de pequeñas cualidades ocultas para el resto de los equipos, convirtió esa temporada en una bisagra en cuanto a la aparición de nuevos paradigmas en la selección de jugadores.
Contar nuestra historia y la historia de cómo dirigimos, seguramente iniciará con logros fáciles de distinguir (lo tangible), solo que al avanzar en esta, iremos descubriendo la cantidad de activos intangibles sobre los cuales gravitan las operaciones. ¿Cuándo iniciaremos a documentar y medir, lo que no aparece pero está presente con letras invisibles en los balances y estados de resultados? A veces un batazo sencillo a los jardines construye la mejor victoria y este podría ser el tan esperado “Home Run” que conectamos diariamente sin darnos cuenta.