A inicios de octubre de 2017, informamos que el estudio cinematográfico The Weistein Company decidió despedir a su presidente y cofundador, Harvey Weinstein, por varias acusaciones de mujeres que lo señalan por acoso durante casi 30 años.
La marca personal de este hombre quedó disminuida a la de depredador sexual en la industria del entretenimiento. Incluso la mexicana Salma Hayek lo acusó, en un artículo para The New York Times.
Pero la principal impulsora de las acusaciones fue Rose McGowan, quien incluso narró con detalle el abuso sexual del que fue víctima.
Hasta ahora, el productor no había emitido declaraciones, pero luego de la narración de la actriz, Ben Brafman, abogado Weinstein, emitió un comunicado en el que afirma que no hay evidencia del delito denunciado:
“En general, Harvey Weinstein y sus abogados se han abstenido de criticar públicamente a alguna de las mujeres que han denunciado al señor Weinstein por abusos sexuales a pesar de la ausencia de evidencia que demostraría la falsedad de las acusaciones”
Incluso, aseguró que se trata de una estrategia para promocionar su libro, ya que su encuentro sexual fue de mutuo acuerdo.
“Veo la ‘actuación’ de Rose McGowan mientras promociona su nuevo libro y es imposible permanecer callados mientras trata de difamar al señor Weinstein con una mentira audaz que ha negado no sólo el propio Weinstein, sino al menos dos testigos”
La marca personal del productor ha quedado reducida al peor caso de acoso en Hollywood y parece que la defensa legal no está ayudando demasiado a limpiar su imagen.