Internacional.- Actualmente hay cámaras en cualquier lugar del mundo que pueden grabar lo que acontece al momento, desde aquellas de seguridad que utilizan algunos gobiernos o compañías hasta las que portan los usuarios de smartphones, por lo que hoy día es difícil realizar un acto inadecuado sin que tenga consecuencias.
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A esto hay que sumarle las redes sociales que en cuestión de segundos se encargan de difundir a todo el mundo el material multimedia. Ante esto, compañías, organizaciones e instituciones oficiales toman muy en cuenta el comportamiento de sus empleados en el mundo cibernbético, ya que se les considera como parte de la imagen de la empresa.
Recientemente se presentaron dos situaciones que le costaron el empleo a dos personas. El primero se registró en España, donde en el partido de la segunda división entre el Racing de Santander y el Llagostera fue captada una mujer cuando realiza gesticulaciones en los que simula a un mono, y le grita frases racistas al jugador Mamadou Koné, del Racing.
El hecho quedó grabado y difundido en redes sociales, esto permitió que la mujer fuera identificada como una taquillera del Museo del Barcelona, equipo de primera división que informó del despido de la mujer por su comportamiento, además, el equipo Llagostera le indicó que no le será permitida la entrada de nueva cuenta al estadio.
El segundo suceso fue en México, específicamente en el estado norteño de Sonora, donde Héctor Fernando Woolfolk Bravo, quien era coordinador operativo de la Oficina del Ejecutivo del Estado de Sonora, apareció en redes sociales en un video en el que se le observa con un abanico formado por 12 billetes de 500 pesos.
Dicha acción fue tomada por los ciudadanos como una burla, en un país en el que la opinión pública de los políticos y funcionarios es mala en general, por lo que el ahora ex servidor presentó otro video en el que se disculpa y explica que todo fue una broma que se salió de control por las redes sociales, acto seguido indicó que presentará su renuncia.
