Hoy repasaremos novedosas lecciones – también otras que ya han sido utilizadas por líderes parecidos -, y que, en casi 12 meses, Donald Trump nos ha recetado.
Estas lecciones son de Poder (ver imagen)
Trump empresario, resuelto a participar en política, con el Partido Republicano y que podría haber continuado su carrera, hacia la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica (USA), como candidato independiente, está siendo un gran dolor de cabeza para el partido que lo postuló; esto gracias a su perseverancia, casi obstinación por ganar este derecho, cuestión que Trump al día de hoy ya logró.
Rompiendo reglas
Los expertos en mercadotecnia y especialmente en el área de la política, nos podrán ilustrar acerca de las estrategias desplegadas por Trump, empresario que ha incursionado en política por primera vez, y el cual no ha seguido ni seguirá, un modelo, reglas o principios políticos, ni de mercadotecnia política tradicionales, más bien podríamos decir que desplegó una estrategia encauzada a la llamada propaganda, técnica de comunicación con la que se ha operado principalmente para impulsar la imagen y campaña de partidos y sus políticos, en forma importante de corte dictatorial.
La propaganda fue una forma de comunicación del Partido Nazi, este tipo de comunicación era para los nazis la forma adecuada, ya que presentaba solamente el lado favorable de sus argumentos.
“Knock-Out” a cada uno de los 16 contrincantes, en 2 rounds
Hasta el pasado jueves 21 de julio de 2016, al cierre de la Convención Republicana, antes y durante las campañas llamadas primarias para elegir representante del Partido Republicano, hemos visto un Donald Trump arrollador; rompiendo reglas, dejando en el camino hacia la nominación republicana a 16 candidatos, (15 hombres y una mujer).
Los “Knock-Outs” antes y durante las primarias
- “Knock-Outs” a 2 ejecutivos de empresa (una mujer Cara Carleton “Carly” Fiorina Pdta. de HP)
- “Knock-Outs” a 14 políticos de linaje;
- 7 gobernadores,
- 2 ex gobernadores,
- 5 senadores, entre ellos a favoritos como Ted Cruz y Marco Rubio.
8 lecciones en doce meses de cómo hacer política sin parecer político
Es de sobresaltar como Donald Trump, ha sorprendió a expertos en política y marketing político, a técnicos en encuestas, que decir de analistas políticos, incluso al propio Partido Republicano. En casi 12 meses hemos aprendido unas cuantas lecciones de cómo ejercer y hacer poder político sin parecerlo.
El poder de la seducción
La acción de seducción de Donald Trump es a todas luces su arma eficaz; su poder seductor alcanza su máxima expresión en la Convención Republicana, reiterando sus propuestas extremas en forma hábil.
Ante la falta de oradores políticos para dicha convención, ya que no asistieron importantes líderes republicanos, entre otros la familia Bush, Trump recurre hábilmente a la participación de su esposa, uno de sus hijos y sus dos hijas, logrando con esto, encantar, seducir aún más a los asistentes, incluso al público en televisión, logrando combinar poder y familia; suavizando, como expresa Jorge Ramos Ávalos, en su columna en el periódico Reforma, “…la imagen de un padre vulgar, autoritario y egocéntrico.”
El poder de la conexión
El poder de conectar con la gente no tiene comparación; la historia nos muestra, para bien o para mal, como personajes de diversas épocas y países logran hacer conexión con las necesidades, sentimientos y exigencias de sectores importantes de la población.
Sin propuestas políticas, sociales, ni económicas; logró conectividad con un sector radical de la llamada derecha; lo que vimos en la Convención Republicana fue un candidato mezcla de estrella de “Reality Show”, y como se mencionó en la transmisión de CNN; “un vaquero del medio oeste y capataz de plantación sureña del siglo XIX”, todo esto ante un público expectante de ofertas nacionalistas, un público que rondaba la edad de 50 años y la inmensa mayoría de “cara blanca”.
El poder de las mentiras
Cuando sumamos seducción, conexión, más altas expectativas de un perfil, de asistentes a la convención republicana, de corte nacionalista y chauvinista, cualquier propuesta, sea real o mentira, por difícil o imposible de cumplir, y que se presente convincentemente, caerá en campo fértil.
Aquí presentamos 5 de las promesas, que no propuestas de gobierno, de Trump casi imposibles de cumplir, máxime en USA, país que se jacta de contar con un régimen democrático, e inspirado en un mundo globalizado.
El poder de la palabra.
Recordemos que saber seducir, conectar, cautivar va casi siempre acompañado por la facilidad de expresión, de palabra. Sabemos que hablar bien, cautiva, seduce y pavimenta el camino que se va a transitar; trátese de vender un producto, servicio o un candidato. El de Trump, ha sido un camino que han recorrido varios pseudo líderes, tiranos, que han llevado a sus países, y en casos a la humanidad, a grandes desastres y hasta holocaustos.
El poder mesiánico: “Yo soy la solución”
La actuación de Trump, no es un tema de liderazgo, es un asunto de mesianismo, ha vendido la idea de que él y sólo él, es la solución; lo de Trump no es un tema de propuestas, se trata de la exaltación de emociones.
- No es un tema de servir a la nación, es una trama para servirse de la nación.
- No es estrategia política es un decálogo de acciones maquiavélicas.
- Es un tema de liderazgo negativo, que manipula el inconsciente colectivo; producto del hartazgo social, es la fascinación de lo disruptivo, a través de propuestas ideológicas como el fascismo, comunismo; y de liderazgo egocéntricos de personajes como el propio Trump, Hitler, Maduro, y uno que otro más en nuestros países hispanohablantes, estos “líderes” con carisma y narrativa tienen todo para ganar.
El poder del dinero
Trump siempre ha buscado la atención, siempre ha sido bastante teatral, y mientras buscaba el éxito en NY se dio cuenta de que su nombre, su imagen, incluso su presencia podían ser sus activos. El poder económico surge de haber nacido en el seno una de las familias más ricas de Estados Unidos. Heredero de una fortuna, magnate de los negocios, obsesionado por los tabloides neoyorquinos, estrella de televisión y, ahora, candidato presidencial del Partido Republicano estadounidense.
Poder de la locura esquizofrénica
Trump nos muestra rasgos de estar desquiciado al decir “que él lo puede arreglar todo en USA”; si se quiere penetrar un poco en los rasgos psicológicos de este personaje, recomendamos la lectura del artículo del Dr. Juan Ramón de la Fuente, quien fue secretario de salud del gobierno mexicano y rector de la UNAM, “La psicología de Donald Trump” quien concluye su artículo explicando: “perder, supondrá asumirse como alguien en peligro de extinción”
El poder del “Reality Show”
No es un tema de política es un tema cien por ciento de un auténtico “Reality Show”, en su primera fase, al pelear por la nominación, lo comparamos como participante del programa televisivo “Big Brother”, en dónde 17 candidatos republicanos entraron a la batalla, y 16 quedaron en el camino, abatidos por el huésped, en este caso, de la casa republicana “Big Brother”, llamado Donald Trump.
Un personaje como Trump, no pierde, y cuando pierde, arrebata
Es deseo generalizado (por lo menos en América Latina y varias latitudes del mundo) que Donald Trump no gane las elecciones para la presidencia de USA.
No obstante, su promesa básica de: “MAKE AMERICA GREAT AGAIN” los riesgos que representa Trump son enormes, confiamos que variables muy poderosas, la mayoría de ellas racionales, incidirán en el “Momento de la Verdad” durante las elecciones del 8 noviembre del 2016; entre otras variables están las siguientes:
- No lo favorecerá el voto de las llamadas minorías, Trump los ha despreciado.
- No tendrá a su favor la mayoría de votos de los habitantes de los estados ubicados a lo largo en los 3 mil kilómetros de frontera, hay demasiados intereses por ambas partes: relaciones comerciales, financieras y sociales.
- El voto del ciudadano estadounidense racional será decisivo para favorecer a Hillary Clinton. Es ese voto dudoso, hasta llegar a depositarlo a la urna.
- La clase política de cualquier partido dudará de votar por Trump. Este ser controvertido, atentará, día con día, contra el poder político institucionalizado e instaurado.
- Las nuevas generaciones, en edad de votar, seguramente no compraran la oferta Trump; posiblemente tampoco compren la oferta Hillary, pero ella representará el mal menor. Este segmento de nuevos votantes podría ser clave, como lo fue de manera negativa al no concurrir a votar el Reino Unido con el caso consumado de “Brexit”.
Gane o pierda Trump, seguirá dando de qué hablar
Cuando un triunfador llega a tener un descalabro y su reacción es de soberbia se convierte en un doble perdedor, busques como le busques…pero cuidado aquí no termina el riesgo llamado Donald Trump, hay que leer e imaginar con mucha atención, ésta su máxima expresión: “A veces cuando pierdes una batalla encuentras una nueva manera de ganar la guerra“.