La revista Proceso se convirtió en uno de los medios con mayor impacto durante el pasado debate presidencial, pues se usó como apoyo visual por los candidatos que recurrieron a ejemplares del medio, para sustentar sus críticas.
Ricardo Anaya fue uno de los candidatos que utilizó portadas de la revista y una de ellas la editó con Photoshop, para eliminar el balazo de una nota que hablaba sobre su equipo de campaña.
El ejemplar en cuestión es el número 2156 del 24 de febrero de 2018 en el que se leía: “El frente de Anaya también recluta fichas negras”, titular que no aparece en la portada mostrada por Anaya durante el debate.
Del photoshop al fake news
Editar portadas de revistas con Photoshop ha sido un debate interminable, sin embargo, hacerlo una vez que estas han sido publicadas es una estrategia tendenciosa que busca hacer uso de manera ventajosa de la información.
Lo anterior ha dado paso a polémicas como las “fake news”, con las que se ha buscado impactar en las audiencias con información falsa de diversos hechos.
Los medios digitales crecen y el desarrollo de contenidos a través de estas plataformas se desarrolla de una forma que genera polémica ante el impacto viral que logra en redes sociales, cuando la línea editorial de este contenido no cumple con reglas como la objetividad, fuentes o datos duros que corroboren la información.
Juan Luis Cebrián, presidente de grupo Prisa, aseguró durante su visita a México, que en redes sociales ya no es posible la comprobación de fuentes.
“Con la aparición de los medios electrónicos, la información se mezcló con el entretenimiento y con la aparición de las redes sociales hay un comportamiento que todavía no acabamos de entender”, reconoció en entrevista para un noticiero.
Frente a este contenido, resulta interesante descubrir la oportunidad que se abre para las marcas, de lograr mayor identificación ante audiencias sumamente digitalizadas, no solo en su consumo de productos, sino de contenidos con los que han logrado adaptar al mercado a resultados que parecen entender las métricas que sirven para dimensionar el mercado desde el número de audiencias que lo entregan, el tipo de contenido que se genera y la forma en que este es entregado.
Abrir la mirada ante este universo planteado, donde el contenido se ha convertido en un voluminoso ente digital, fenómenos como el de fake news nos ayudan a entender la capacidad de una información fuera de contexto, inadecuada, frente a la audiencia incorrecta y sin objetivos claros en los resultados que se pretenden.
Aspecto del ejemplar 2156 publicado en la hemeroteca de la revista:
Las reacciones en redes:
Y sí: @RicardoAnayaC mutiló la portada de la @revistaproceso, cuyo cintillo alude a mi reportaje sobre todos los candidatos impresentables de la alianza PAN-PRD-MC. Fue su respuesta a la portada de su turbia fortuna. pic.twitter.com/A3HilyfI18
— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) 21 de mayo de 2018
OJO. Vean la imagen y encuentren las diferencias entre las portadas de @revistaproceso que mostró orgulloso @RicardoAnayaC en #DebateINE
La revista siempre lleva un cintillo superior. En la primera #Anaya lo recortó.
Tras esto ¿quedará duda que es un manipulador y deshonesto? pic.twitter.com/6q3GbwIINn
— Jesús Robles Maloof (@roblesmaloof) 21 de mayo de 2018
@RicardoAnayaC Anaya elimina de portada de Proceso señalamientos críticos a su campaña pic.twitter.com/lyxFHAN9Oh
— Soy Jorge Hdez. (@haloreach1991) 21 de mayo de 2018
Ricardo Anaya edita portada de Proceso para no mostrar acusaciones en su contra https://t.co/UIgdyJQUPz
— MT_enMEXICO (@MT_enMEXICO) 21 de mayo de 2018