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Días después de huir de Japón, Carlos Ghosn dio una conferencia de prensa en Beirut
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Ghosn se escapó del país sede de Nissan el 29 de diciembre usando dos aviones privados
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Rechaza las acusaciones que lo señalan de haber utilizado fondos de la alianza Nissan-Renault para beneficio personal. Los detalles del escape, una incógnita
El ex presidente de Renault-Nissan-Mitsubishi dijo este miércoles que sufre una persecución tras un pacto secreto entre la compañía de autos nipona y la Fiscalía de ese país.
Carlos Ghosn habló en una conferencia de prensa defendiéndose de las acusaciones de fraude y malversación por las que fue detenido el 19 de noviembre de 2018 en Japón, país desde donde huyó cinematográficamente el mes pasado hacia el Líbano.
“Me escapé de la injusticia y de la persecución política”, dijo quien llegó a ser el mayor directivo de la industria automotriz del siglo 21.
Ghosn dijo que no estaba en la conferencia para “contar cómo me fugué”, sino para defenderse “de acusaciones falsas” y para “lavar mi honor”.
El magnate de triple nacionalidad (brasileña, libanesa y francesa) huyó de Japón porque “no tenía otra opción” y ante acusaciones “sin fundamento”, argumentó.
También dijo que su detención era “una parodia” contra sus derechos humanos.
En su primera aparición pública desde que se fue de Japón, acusó a los fiscales japoneses de intentar forzarlo a una confesión falsa.
Ghosn dijo que mientras estaba bajo arresto fue interrogado hasta ocho horas por día, por varios días, y sin acceso a abogados, y asegura que le dijeron que su familia sufriría si no confesaba. “Confiesa y todo terminará. No sólo iremos tras de ti, sino que iremos por tu familia”, dijo Ghosn, de 65 años, que le dijeron.
Sin dar más detalles, el ex ejecutivo también detalló que los fiscales japoneses filtraron información falsa a los medios y ocultaron evidencia que habría ayudado a su caso.
Ghosn fue arrestado en noviembre de 2018 por cargos de subregistro de su salario, uso del dinero de Nissan para inversiones privadas y el empleo de su hermana como consultora con una muy alta remuneración. Él niega haber actuado mal.
Escapó de su arresto domiciliario el 29 de diciembre luego de un sigiloso viaje que incluyó cambios de avión y, supuestamente, un escondite en el estuche de un contrabajo. Llegó días después al Líbano, donde tiene la ciudadanía.
El ex máximo jefe de la alianza más poderosa de autos del mundo, atacó a los que cree responsables de su “calvario”, que según Ghosn son “los dirigentes de Nissan y la fiscalía japonesa”. Y añadió que “son estos dirigentes quienes deberían rendir cuentas”, pues los considera responsables del declive de Nissan.
Líbano, que no tiene un tratado de extradición con Japón, dijo que Ghosn ingresó al país legalmente.
La Interpol, el organismo de cooperación policial internacional, emitió un “alerta rojo” por el arresto de Ghosn, pero las autoridades libanesas no han tomado ninguna medida.
Ghosn dijo que su decisión de escapar no fue difícil. “Mueres en Japón o te escapas”, dijo quien se encontraba en libertad condicional a la espera de juicio previsto para abril y tenía prohibido salir de Japón.
Nissan, Ghosn y las ganancias
Nissan Motor Co está padeciendo desde la salida de Ghosn. El mes pasado informó en Japón una caída de ganancias del 70% y redujo su perspectiva para todo el año fiscal 2019 a un mínimo en más de una década, afectada por una considerable caída de las ventas.
Tras la salida de Ghosn Nissan se ha visto golpeada por una baja trimestre tras trimestre de beneficios.
Los analistas citan a la incertidumbre sobre cómo podrá suplantar al exitoso ex CEO y a las tensiones con su principal socio, Renault.
El fabricante de automóviles nipón está en medio de un plan de reestructuración global a través del que espera recortar casi un 10% de sus empleados y reducir la producción mundial de vehículos en un porcentaje similar hasta 2023. El objetivo: controlar los costos que, según dijo la marca, se dispararon cuando Ghosn fue CEO.