Cada vez que dominamos más un tema nos van ( o nos vamos ) a exigir más, dentro del panorama de múltiples obligaciones en materia de mercadeo, una de las más relevantes es la habilidad para hablar en publico, por lo general grupos de más de 5 personas y fácilmente si es un tema coyuntural a auditorios con muchísima más gente.
Considero que como comenté en un anterior articulo, la determinación y la seguridad son fundamentales…. pero la oratoria, las taras y uno que otro error puede pasar factura por no haberlo por lo menos imaginado.
Es fundamental prestar especial atención a lo que hace nuestro cuerpo mientras hablamos. Hay ciertos gestos y movimientos naturales que acompañan nuestras ideas, refuerzan conceptos, dirigen la atención de nuestro interlocutor y nos ayudan a captar su interés. Al utilizarlos adecuadamente, complementan nuestro discurso, y contribuyen a denotar nuestro profesionalismo desde el habla.
Cuando deba enfrentarlo lleve un plan B y ensaye, para esto esta el espejo del baño, la cámara del computador o su mascota, traté de enfocarse más en el ritmo de la comunicación que pretende generar y busque alternativas, casos de humor y metáforas de la solución que lleva su discurso ante pasados acontecimientos no tan afortunados, este tipo de conversación no tan “pegada” a la norma generará en su interlocutor interés, así será más claro para ellos el tema y usted podrá equivocarse con franqueza, si el tema esta bueno el locutor será seducido hasta el final y ese será un punto a favor en su objetivo entre otras de equivocarse.
Pero además de controlar el cuerpo es importante prestar atención a la palabra: proyectar la voz y aprender a pronunciar correctamente. Esto no significa que no sepamos hablar bien, sino que en general las personas adquirimos ciertos modismos, regionalismos, muletas o mañas que nos hacen parecer más tímidos, más sumisos o más inseguros de lo que realmente somos.
El don de la palabra no es algo con lo que se nace; mediante la formación y la práctica es que se van adquiriendo las habilidades necesarias para ser un gran orador. Es por esto que aprender a hablar en público y potenciar la imagen personal es tan importante, tanto ante grandes audiencias como en el día a día ante nuestros superiores o nuestro propio equipo de trabajo.
Por último es importante que se siente como un receptor más del auditorio y pueda dimensionar un poco su proyección y conocimiento del tema ante el auditorio. No es fácil pero al final va a encontrar que tampoco era la pesadilla que imaginaba.