El estereotipo señala que el principal alimento consumido por los argentinos, o al menos aquel que más acostumbran, es la carne.
Datos suministrados por Naciones Unidas afirman que se trata del décimo mayor consumidor mundial, así como del sexto productor más grande en el orbe. Pero aún son pocas las veces en que se aborda el crecimiento del mercado vegetariano en el país sudamericano.
Aunque la Sociedad Argentina de Nutrición estima que menos del 5 por ciento de la población del país sudamericano es vegetariano, es importante observar que este hábito se consolida como una tendencia que llama la atención de la prensa local.
Medios como La Nación, por ejemplo, ya recomiendan cenas de fin de año a base de productos vegetales.
También publican situaciones como las de Amma y Pilar, vegetarianas desde niñas. Al respecto, incluyen otros casos de padres que dan a sus hijos desde pequeños una dieta libre de carne.
Esto, por un lado, se debe a una intención preventiva. Según datos recopilados por BBC Mundo, en los últimos años se han incrementado de casos de diabetes y celiaquía –la cual daña al intestino delgado de las personas intolerantes al gluten–.
Situaciones de este tipo han generado una mayor conciencia sobre las necesidades alimenticias para llevar una vida más sana. Y, del mismo modo, acrecientan la demanda de verduras en un país que, por tradición, concentra su consumo en el jitomate y la acelga, según la BBC Mundo.
En la actualidad, hay algunos sitios web como TripAdvisor, que incluyen listas de los mejores restaurantes vegetarianos en Buenos Aires. Del mismo modo, han generado que el mercado incluya alimentos orientados a ese sector.
Surgen cada día marcas y restaurantes que elaboran hamburguesas y salchichas procesadas únicamente con productos vegetales. En Argentina, la empresa Successo ha aprovechado este nicho para lanzar una línea de dulces apta para el consumo de vegetarianos y veganos.
Poco a poco, el mundo adoptó el último término como un sinónimo de la dieta a base de verduras. Sin embargo, esta tendencia es la que rechaza el consumo no sólo de los alimentos derivados de los animales, sino de todos los productos que los exploten como mercancía.
Ella ha permitido que muchas celebridades adopten este hábito y lo hagan público. Enarbolan una causa proteccionista, y en ocasiones también manifiestan que esa decisión ha mejorado su calidad de vida.
Paul y Stella McCartney fueron las primeras figuras internacionales en darse a conocer como vegetarianos. Desde entonces y hasta la actualidad, actores de Hollywood, cantantes y modelos se han convertido en portavoces de esta causa.
Así, esta tendencia también se geolocalizó en Latinoamérica. En México, Juan Gabriel fue uno de los más reconocidos; en Argentina, personajes locales como Nicole Neumann o Nicolás Pauls también son vegetarianos y activistas por los derechos de los animales.
Según reportes de la página web Statista, América Latina es la tercera región en el mundo con el mayor número de habitantes que sigue una dieta compuesta en exclusiva por verduras.
De este modo, se ha ido construyendo un nicho que, si bien aún no alcanza a desterrar la imagen del argentino como un empedernido consumidor de carne, ya ha establecido un mínimo de consumidores que sostenga a la naciente industria.