El oro es el refugio natural de los inversionistas cada vez que comienza en el mundo una escalada de amenazas relacionadas con una supuesta Tercera Guerra Mundial. Siempre, desde hace décadas, cuando se generan tensiones entre las potencias, como las de estos días entre Estados Unidos, Rusia, China y Corea, el principal destino de los que buscan seguridad para sus inversiones es el oro.
Y como lo dice la regla más básica de la economía: mayor demanda, el precio sube.
“El oro tocó el lunes (17 de abril) un punto máximo que no veía desde hace cinco meses, impulsado por las presiones geopolíticas que se plantearon en los últimos días a raíz del aumento de la tensión entre Estados Unidos y Corea”, analizó El Cronista, que sumó un dato de inestabilidad más: la incógnita sobre el resultado de las elecciones del próximo domingo en Francia.
El metal precioso alcanzó un punto máximo de 1295,42 dólares la onza, para luego bajar hasta los 1285,86. En lo que va de 2017 ya subió 12%.
“El metal dorado devolvió parte de sus ganancias debido a que el dólar se alejó de los mínimos de 5 meses que tocó frente al yen y los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años también repuntaron luego de tocar su nivel más bajo desde noviembre”, agrega el medio especialista en el mercado financiero.
El mercado a futuro del oro también subió: con entrega en junio, el precio cerró en la rueda del lunes en 1291,90 dólares la onza.
El ataque de Estados Unidos a la base de Siria (por el supuesto lanzamiento de armas químicas por parte del Gobierno de Al Assar) y el deterioro en las relaciones con Rusia aceleraron ya las subidas en el precio del oro. “Las alertas geopolíticas se han avivado en mayor medida aún en los últimos días a raíz de las provocaciones de Corea del Norte”, advierte Diario Financiero indagando sobre las causas.
“El oro va a subir más desde estos niveles”, dijo en una entrevista con Bloomberg Television Jason Schenker, presidente de Prestige Economics.
Otros expertos no son tan optimistas. Por ejemplo, en Pictet Wealth Management consideran que el oro podría bajar este año a medida que la FED sube los tipos de interés y la inflación permanezca contenida. Sin embargo, lo condicionan a que los riegos geopolíticos se reduzcan. En ese caso, llegaría a valer 1.100 dólares la onza.
El resto de los metales preciosos se comportó de forma dispar. El platino, por ejemplo, avanzó 1,5 por ciento (US$ 986,10 por onza) y la plata bajó 0,4 ountos, hasta US$ 18,44 por onza, luego de tocar un máximo en cinco meses.