Un grupo hinduista ha presentado a las productoras Toei Animation y FUNimation Entertainment, responsables de la franquicia de Dragon Ball Super, que retiren un personaje de su última saga, debido a que les parece insultante porque hace referencia a uno de sus dioses.
“Es una trivialización y distorsión de nuestra altamente reverenciada deidad el Señor Ganesha, el cual es adorado como dios de la sabiduría y removedor de obstáculos. Es invocado antes del comienzo de cualquier evento importante”, afirmó en un comunicado Rajan Zed, presidente de la Sociedad Universal del Hinduismo.
“El uso inapropiado de deidades o conceptos hindúes para propósitos comerciales no está bien y lastima a los devotos. El hinduismo es la religión más antigua y la tercera del mundo con cerca de mil millones de feligreses y un rico pensamiento filosófico”, agregó.
El diseño de uno de los nuevos dioses de la destrucción es similar a un elefante y la postura de la sociedad hinduista es que se parece su dios Ganesh y que representa un “despropósito relacionarlo con la destrucción”. El personaje en polémica aún no se presenta oficialmente en el anime de Akira Toriyama.
La serie sobre el súper guerrero Gokú ha sido vista en más de 70 países y alcanza ventas por más de 230 millones de copias del manga en todo el mundo, según cifras de la revista estadounidense Variety.
Según señala la firma de análisis Nielsen, “Dragon Ball” es una de las marcas mejor vendidas en todo el mundo. Cifras de 2015 indican que tan sólo en Estados Unidos se han vendido más 25 millones de copias de la serie en formatos DVD y Blu-ray.
Más de 40 millones de videojuegos circulan alrededor del mundo y la venta de mercancía registra ingresos por más de 5 mil millones de dólares, de acuerdo con una publicación de la página sobre compra, venta y renta de anime CNL.