El papel que tiene una estrategia de crecimiento, o de Growth Hacking, es fundamental para impulsar y lograr éxito con recursos limitados, pero en múltiples canales. Al ser una disciplina que combina técnicas en redes sociales, crecimiento web, mejora de productos y analítica, es normal utilizarla en marcas que empiezan a desarrollarse en el ambiente digital.
Sobre todo con las empresas emergentes y las startups. Hoy en día la sociedad no puede imaginar un mundo sin Internet y para los nuevos emprendedores de la comunidad digital, estos recursos tecnológicos ayudan a fomentar un modelo de negocio que cada vez toma mayor ventaja en el ambiente comercial y la industria de los negocios.
Statista indica el mercado del comercio electrónico tiene una estimación de más de 25 mil millones al año, donde países como Estados Unidos, Japón y China son los líderes del e-Commerce. Según la UNCTAD, hasta inicios del 2016, las ventas por medios electrónicos en EEUU están por encima de los 7 mil millones de dólares, Japón sobrepasa la media de 2,5 mil millones de dólares y China llega a los 2 mil millones de dólares, aunque va en incremento.
Por su parte, según cifras de Eicsson, para el año 2019 habrá 6.1 mil millones de personas conectadas a Internet. Es decir, el 70 por ciento de la población mundial estará conectado y la tendencia serán los dispositivos móviles, ya que estimados de eMarketer señalan que para el 2018 más de un tercio de los consumidores en todo el mundo, o más de 2,56 mil millones de personas serán propietarios de un smartphone.
Lo que está claro es que el uso de Internet ha cambiado todo el panorama de acción. Actuar en este campo con base en el conocimiento del público objetivo y estar al pendiente de los cambios que susciten podría marcar una diferencia importante. Al mismo tiempo, con las páginas y el contenido web en crecimiento, al menos de 27,3 por ciento año con año, resulta vital empezar a impulsar una estrategia para mejorar.
Esto es lo que debes tomar en cuenta:
- Mejorar la experiencia del usuario y la interfaz de un sitio web.
- Aplicar actualizaciones de contenido de manera constante.
- Ejecutar una estrategia cruzada con otros canales para fomentar la interacción.
- Ofrecer incentivos para mejorar la experiencia del usuario.
