• Tanto en EEUU como en Europa, las empresas tienen prohibido compartir datos personales de sus usuarios con socios

• La única excepción es cuando las compañías solicitan el permiso explícito de las personas para estas tareas

• Según el reporte, Grindr habría metido información de su comunidad en Twitter para mejorar su estrategia publicitaria

Una de las preocupaciones más importantes en la mente de prácticamente todos los usuarios y compañías es la protección de los datos personales. No solo parece que es cada vez más común que las grandes marcas de tecnología tienen fallas de seguridad graves que pueden vulnerar la información de las personas. Se trata de un reto que castiga severamente a las marcas con significativas multas. Eso sin contar que, además, tiene poderosos tintes políticos.

Como cualquier reto que tiene en alerta a toda la industria, no tiene una solución sencilla. De acuerdo con Iron Mountain, muchas empresas solo tratan de cumplir con los requisitos legales y no proteger realmente a los consumidores de agentes maliciosos. Cipher, por su parte, dice que el costo de estas medidas de seguridad es muy alto, en especial para los negocios más pequeños. Según Netwrix, además implica una capacitación constante de los colaboradores.

Así pues, se trata de un problema que realmente no parece tener una solución definitiva. Todo parece indicar que la protección de datos personales es un reto al que solo se puede aspirar a ser mejor. Por supuesto, lo anterior no necesariamente significa que todas las compañías del entorno estén dando su mejor esfuerzo para proteger a los usuarios. Algunas marcas, incluso, podrían estar actuando en contra de las regulaciones de Europa y Estados Unidos (EEUU).

Un escándalo mayor para Grindr en datos personales

De acuerdo con AdAge, Twitter acaba de prohibir a uno de sus anunciantes por un escándalo de privacidad de datos. Se trata de Grindr, la plataforma de citas para la comunidad gay. En una declaración al medio, la red social aseguró que investigaría las acusaciones hechas en contra de esta marca. De ser cierta la información, la expulsión de esta app incluso podría ser  permanente. Por el momento, la compañía solo ha tenido que congelar su cuenta de MoPub.

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Este desenlace parte de un reporte de Mnemonic, una firma de ciberseguridad en Noruega, que fue revelado por el New York Times. En este documento, la empresa menciona que Grindr, así como Tinder y OKCupid, habrían compartido datos personales de sus usuarios con otros proveedores de publicidad. Entre ellos, la plataforma de Twitter. Entre la información que dio a compartir la plataforma, estaría la orientación sexual, identidad de género y detalles médicos.

Otro clavo en el ataúd de la app

Ya en otras ocasiones las plataformas de citas han sido señaladas por sus malas prácticas de protección de la información de sus usuarios. En noviembre del año pasado, se le acusó a Facebook de proporcionar datos personales a apps de este rubro. Meses antes, la comunidad de 3fun también se vio expuesta a una importante vulnerabilidad. En 2015, el popular sitio para infieles Ashley Madison fue hackeado, lo cual abrió al público millones de casos de infidelidad.

¿Por qué, si las violaciones de datos personales son tan comunes entre las apps de citas, es tan grave el caso de Grindr? De inicio, de ser ciertas estas acusaciones, la plataforma habría violado conscientemente las políticas de protección establecidas tanto en EEUU y en Europa. Es decir, se haría acreedora a cuando menos dos sustanciales multas que le pondrían una presión enorme a su modelo de negocio. Pero eso no es todo lo que le debería preocupar.

Hace casi un año que Grindr fue obligada a cambiar de dueño. Esto ya que las autoridades de EEUU temían que la app estuviera proporcionando datos sensibles al gobierno de China. Una vez que se completó la transacción, tendría que haber quedado el asunto atrás. Pero este nuevo escándalo podría efectivamente catalogar a la plataforma como un riesgo de seguridad grave en el país. Algo que no le conviene, a menos que quiera arriesgarse a cerrar sus puertas.