- Un estudio hecho Bruselas reveló que de la totalidad de las empresas que presumen de ser ecofriendly y mienten, el 24 por ciento son empresas de moda.
- Las empresas de moda involucradas tendrían que responder a las autoridades por prácticas de fast fashion.
- El greenwashing es un término acuñado para referirse a la ecología o falsas prácticas ecológicas aplicadas por las empresas.
Las empresas de moda podrían estar en serios problemas, un estudio reciente que viene desde Bruselas ha descubierto que numerosas compañías están aplicando una práctica conocida como greenwashing, que consiste en la pretensión de actividades ecológicamente responsables, pero que en realidad de amigables con el ambiente tienen muy poco o nada. La situación se agrava porque de la totalidad de las empresas observadas, el 24 por ciento corresponde a este sector que ya ha sido acusado de fast fashion (prendas elaboradas con baja calidad que tienen fecha de caducidad reducida).
Greenwashing: mentiras verdes
Según el informe anual Swep que publica la Comisión Europea sobre hábitos de consumo en los portales web de las empresas, el 42 por ciento realiza afirmaciones exageradas, falsas o engañosas cuando usa conceptos como ‘eco’, ‘conscious’ o ‘friendly’.
Es la primera vez que el ámbito de actuación del estudio se ha centrado en el greenwashing, es decir, la práctica por la cual muchas empresas afirman estar haciendo más por el medio ambiente de lo que realmente hacen.
La investigación se centró en los mensajes emitidos por las empresas para atraer a sus clientes usando la conciencia ecológica o la sostenibilidad como argumentos de venta. Las conclusiones del informe indican que en el 42 por ciento de los casos, las afirmaciones utilizadas por las empresas eran exageradas, falsas o engañosas y, por lo tanto, podrían ser consideradas como prácticas ilegales, en virtud de la directiva comunitaria sobre prácticas comerciales desleales.
Según la Comisión Europea, la tendencia al uso de esta práctica va en aumento, en consonancia con sociedades cada vez más comprometidas con el medio ambiente.
El informe Swap de la Comisión Europea concluye que en el 57 por ciento de los casos las empresas analizadas no proporcionaron información suficiente sobre su compromiso en favor del medio ambiente. En un 37 por ciento de los casos estudiados, las compañías ofrecían declaraciones poco precisas al usar términos como “consciente”, “ecológico” o “sostenible”.
Y aunque en nuestro país, aun no es un tema que esté en tela de juicio, sí podemos observar casos en este lado del charco, sobre todo con las empresas estadounidenses, quienes han llevado su producción a África, Asia y en menor medida a algunas regiones de Europa. Nike se ha visto aludido en más de una ocasión y empresas alemanas de ropa deportiva como Adidas o Puma son parte también de este fenómeno.
Este tipo de análisis son los primeros esfuerzos por auditar a las marcas para que su compromiso con el medio ambiente sea más real y tangible, hacia el futuro, las empresas deberán enfrentar grandes retos en este tema; por un lado por la escasez de recursos naturales disponibles para la producción de insumos y por la otra para no enfrentarse a problemas judiciales que podrían ser incluso llevadas a los tribunales internacionales.
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