Greenpeace, la organización ambiental mundial, no ha dejado de lanzar iniciativas en su objetivo contra el cambio climático. En los últimos meses, a partir de la crisis económica, la organización se ha centrado en responsabilizar a las grandes empresas por cambiar sus objetivos de morigerar el impacto ambiental por sus elevados costos.
Volkswagen, en particular, ha sido el objetivo del activismo de Greenpeace. El fabricante de automóviles alemán, que hace cinco años fue hallado culpable de usar dispositivos adulterados para engañar a las pruebas de emisiones de sus motores diésel, ahora también es blanco de medidas directas y protestas organizadas por la organización en plantas de VW en distintos lugares.
Volkswagen no es la única del sector apuntada por Greenpeace. Ford también ha sido objetivo de denuncias por su impacto ambiental. La compañía ha enfrentado críticas por las altas emisiones de sus vehículos y porque la organización ambientalista considera que no hace “lo suficiente” para materalizar la transición a vehículos eléctricos y de bajas emisiones.
Greenpeace contra Volkswagen
En este contexto hay que analizar la novedad de este martes 14 de febrero: un tribunal de Alemania desestimó una demanda presentada por Greenpeace contra Volkswagen en la que se pedía al fabricante de automóviles que endureciera su objetivo de emisiones de carbono.
Los demandantes, dos responsables de la filial Greenpeace de Alemania y la activista por el ambiente Clara Mayer, dijeron que VW estaba violando sus libertades fundamentales por seguir impactando en perjuicio del clima.
En un comunicado relacionado con la determinación de la Justicia alemana, los demandantes dijeron que “no se ha dicho la última palabra sobre la demanda climática contra Volkswagen”. “Estamos diseñando nuevos pasos legales y confiamos en poder lograr que Volkswagen haga más en la protección del clima”, agregó.
Volkswagen, por su parte, dijo en otro comunicado a la prensa que las demandas civiles contra empresas individuales no son la “manera correcta” de determinar las acciones sobre el cambio climático.
Volkswagen se ha fijado el objetivo de convertirse en carbono neutral para 2050. La compañía espera lograrlo invirtiendo en ecars y eliminando su producción de motores de combustión interna.
El Grupo VW se había comprometido a utilizar energía 100 por ciento renovable en todas sus fábricas para 2023, pero el objetivo se extendió luego de la crisis que comenzó en 2022.
Otros fabricantes de automóviles siguen el mismo camino. General Motors ha anunciado planes para producir solo vehículos eléctricos para 2035.
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