España.- Parece que la innovación en las marcas españolas está de capa caída y es que según datos de Esade Creápolis y Kantar Worldpanel, los productos innovadores lanzados por año han pasado de los 171 de 2012 a los 131 del año 2016, siendo el sector alimentación el más innovador, con 76 nuevos productos, seguido de bebidas (31), higiene (13) y droguería (11). Pero, lo cierto es que a pesar de que los fabricantes de gran consumo gastan en torno a los 4 mil millones de euros al año en lanzar productos, luego los resultados no se reflejan en sus ventas.
Entre los fabricantes de gran consumo más importantes de España se encuentran P&G, Danone, Nestlé, Bimbo, Mondelez, Valor, Lactalis-Nestlé y Unilever y, ahora, Promarca, la asociación que los engloba en España ha denunciado la discriminación que sufren sus productos en los lineales de algunos supermercados ya que apenas tienen visibilidad.
Esta es la principal razón que ha hecho que las grandes marcas reduzcan y es que, según ha subrayado Ignacio Larracoechea, quien ha expresado que “la caída no está relacionada con la crisis, sino con la política comercial de las grandes cadenas de distribución, que cada vez quieren contar con menos marcas”.
Es por eso por lo que los fabricantes cada vez tienen menos incentivos para innovar como consecuencia de la escasa visibilidad que adquieren sus productos en los lineales de algunos supermercados y a la política diferenciada de márgenes.
Pese a todo, hay supermercados en los que sus propias marcas aún no son un peligro para las grandes marcas. Tal es el caso de Carrefour, Alcampo y Eroski, en los que la cuota de las marcas propias no supera el 20% de la oferta mientras que, en el otro extremo, se sitúan otros supermercados como Día, Mercadona y Lidl en los que los productos innovadores tienen muy poco peso (19%, 15% y 9%, respectivamente).
Lo cierto es que, tal y como ha aclarado el presidente de Promarca, aunque sin dar nombres, acerca de las malas prácticas de los supermercados con los productos innovadores es que “no meten la última innovación de un fabricante porque no lo tienen desarrollado en su marca y, al poco tiempo, sacan una copia”. Es por ello por lo que Larracoechea ha propuesto un paquete de medidas para proteger a las empresas innovadoras. Entre esas medidas, destacan: un código de buenas prácticas, crear incentivos fiscales a la innovación y proteger la innovación a través de la propiedad intelectual.