La tecnología ha provocado en la publicidad exterior, pasamos de la cartelera simple a pantallas gigantes que ofrecen espacios a un mayor número de anunciantes en el mismo punto. Al igual que con los anuncios tradicionales, se ha regulado la publicidad en video.
Aarón Yañez, director de mercadotecnia de Clear Channel, comenta en torno a la utilización de pantallas en espectaculares que “el reto han sido las restricciones por parte de instituciones de gobierno, en los últimos años han habido dos restricciones específicamente en el tema de contenido en la Ciudad de México, anteriormente tenías la ventaja de que podías tener cierto tiempo de animación, en 2014, hubo una reestructuración donde el Gobierno de la Ciudad de México limita los contenidos digitales con sólo una parte y lo demás fijo y apenas el año pasado mete una restricción de dos minutos por animación fija, ya que otros anunciantes no respetaron el primer acuerdo y más bien eso ha sido lo complicado”.
Un problema grande
Los anuncios en el espacio público (calles, paseos, plazas, parques, jardines) han sido durante años uno de los medios en los que las marcas anunciantes buscan llamar la atención de los consumidores, pero cuando la publicidad exterior es desordenada y se satura se provoca la contaminación visual, un problema común en las grandes urbes, como la Ciudad de México.
Al revisar el Manual del Reglamento de Publicidad Exterior de la Ciudad de México (PDF) y compararlo con la realidad en el espacio público podemos notar que existen miles de anuncios que violan los mandatos legales.
Desde hace años, se han colocado miles de anuncios como carteleras y pendones a lo largo de la ciudad sin tomar en cuenta las regulaciones de las autoridades. Esto ha provocado que existan al menos cuatro mil anuncios cuando deberían existir menos de la mitad.