El futuro tecnológico promete grandes cambios, y la ciudadanía europea ya comienza a imaginar cómo serán los próximos diez años con el auge de diversas tecnologías. Según el estudio European Tech Insights de IE University, que encuestó a 3,006 adultos de diez países europeos en 2024, en donde resaltaron innovaciones como la telemedicina, los robots domésticos avanzados y las interfaces cerebro-computadora, que están cada vez más cerca de convertirse en parte de la vida cotidiana.
De hecho, el 75% de los encuestados confía en que la próxima década traerá dispositivos médicos capaces de atender pacientes de manera remota. Con esta tecnología, la atención médica se extendería más allá de los consultorios, permitiendo que personas en zonas aisladas reciban diagnósticos y tratamientos sin tener que desplazarse.
Más de la mitad de los europeos (57%) cree que los robots humanoides serán una realidad común en los hogares. Ya no hablamos solo de aspiradoras automáticas, sino de máquinas capaces de encargarse de tareas más complejas: desde cocinar y limpiar hasta cuidar de personas mayores. Estos asistentes digitales prometen aliviar las labores cotidianas, liberando tiempo para actividades personales y revolucionando el concepto de trabajo doméstico, de hecho en redes sociales se ha comentado mucho acerca del robot de Elin Musk.
El desarrollo de órganos impresos en 3D es otra de las innovaciones esperadas por el 56% de los encuestados. Esta tecnología podría cambiar para siempre la medicina regenerativa, eliminando la escasez de donantes y permitiendo la creación de tejidos a medida, reduciendo las tasas de rechazo. La personalización médica entrará en una nueva era gracias a estas técnicas de impresión avanzada.
El 53% de los participantes también espera tener acceso a lentes de contacto con realidad aumentada, que fusionarían el mundo digital con el real directamente en la visión del usuario. Mientras tanto, el 42% cree que las interfaces cerebro-computadora permitirán controlar dispositivos con la mente, abriendo un nuevo capítulo en la interacción hombre-máquina. Estas tecnologías no solo tendrían aplicaciones en entretenimiento, sino también en salud, educación y accesibilidad para personas con discapacidades.
Las expectativas reflejadas en esta encuesta nos invitan a imaginar un futuro donde la tecnología estará profundamente integrada en todos los aspectos de la vida. Sin embargo, su llegada también plantea retos éticos y sociales, como el uso responsable de los datos, la dependencia tecnológica y el impacto en los empleos tradicionales.
En definitiva, los ciudadanos europeos se muestran optimistas respecto al cambio de las tecnologías, esperando que estas innovaciones tecnológicas no solo hagan la vida más fácil, sino también más inclusiva y eficiente.