Hoy en día, los smartphones modernos se han convertido en casi una extensión de nuestro ser, la posibilidad de que estos dispositivos se estropeen es casi inevitable. La pregunta que surge es: ¿cómo manejamos un problema en un dispositivo que, a primera vista, parece casi indestructible? Mientras los avances tecnológicos han permitido la creación de dispositivos más poderosos y estilizados, también han elevado la complejidad de su reparación.
Y es que de igual manera hay que tener en cuenta que la reparación de un smartphone moderno a menudo puede invalidar la garantía del dispositivo, especialmente si se realiza en un centro de servicio no autorizado.
Antes de la era de los smartphones modernos, los usuarios podían realizar tareas de mantenimiento básico, como cambiar la batería, con bastante facilidad. Sin embargo, a medida que los teléfonos han evolucionado en complejidad, las marcas líderes han implementado diseños que dificultan estas reparaciones. Empresas como Apple han argumentado que estas medidas son necesarias por razones de seguridad y calidad, pero el resultado es que hoy en día, reparar un smartphone suele requerir la intervención de profesionales especializados y herramientas específicas.
Precisamente, iFixit, conocido por su evaluación de la “reparabilidad” de dispositivos, señaló que las prácticas actuales de diseño están lejos de facilitar el arreglo casero. Las calificaciones bajas que obtienen muchos smartphones actuales se deben a factores como el uso de pegamento fuerte y tornillos únicos. Por ejemplo, los Pixel 8 y Pixel 8 Pro, próximos a ser sustituidos por los modelos Pixel 9, obtienen una puntuación de seis sobre diez en este índice.
La calificación de iFixit se basa en criterios como la accesibilidad de piezas y documentación, y si el diseño del dispositivo facilita su reparación. Los dispositivos con baterías pegadas en lugares accesibles o que utilizan tornillos comunes suelen recibir mejores puntuaciones. En comparación, el Samsung Galaxy S23 Ultra, a pesar de recibir una puntuación más baja de cuatro sobre diez, se destaca por el uso de tornillos estándar.
En tanto, si nos enfocamos en Apple, la puntuación promedio es de cuatro sobre diez. Aunque se reconoce la mejora en la facilidad para cambiar baterías y pantallas, el sistema de emparejamiento de piezas, que asocia componentes a dispositivos específicos mediante números de serie, limita la capacidad de reparación por parte de terceros. Según iFixit, si un dispositivo tiene una calificación de cuatro puntos o menos, es probable que la reparación por cuenta propia resulte ser más complicada de lo necesario.