Durante los últimos tres años, el petróleo saudita se acercó a su capacidad de producción máxima declarada de 12 millones de barriles por día en un mes, hecho que genera dudas sobre su propia capacidad para aumentar rápidamente su producción para estabilizar los mercados mundiales.

En estos momentos, Arabia Saudita está en la mira para llenar la brecha en el suministro del tamaño de Rusia que dejaron los embargos. Información publicada en Bloomberg, Emiratos Árabes Unidos en conjunto con los saudíes, son los únicos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que tienen capacidad de producción adicional, por lo menos en el papel.

Incluso, esta semana, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene pensado viajar a Arabia Saudita y entre su agenda principal a tratar en dicho país se encuentra el aumento del suministro mundial de petróleo.

Cabe destacar que la OPEP había mantenido sus lentos aumentos de producción que estaban programados para revertir los recortes de la era Covid entre marzo y junio, y recientemente acordó aumentar las cuotas de producción más rápido para los próximos meses.

En ese sentido, la cuota de producción de la OPEP de Arabia Saudita para agosto de 2022 se plantea ser de 11 millones de barriles por día, más de lo que ha sido en mucho tiempo y todavía un millón de barriles por día por debajo de la esquiva cuota máxima del país.

Como se puede mostrar en la gráfica depositada arriba, el petróleo saudita se ha mantenido por debajo de su cuota de producción antes de la llegada de la pandemia provocada por el Covid-19 y solo se acercó una vez a su capacidad de producción máxima declarada en abril de 2020 en medio de una disputa con Rusia.

En caso de que Arabia Saudita pueda producir más, por otro lado, también es probable que no quieran hacerlo. Llevar la producción de petróleo saudita al borde de su propia capacidad conlleva un riesgo inherente en caso de que ocurra otra interrupción, tal como ocurrió no hace mucho en Libia debido a los disturbios políticos.