
La digitalización de las finanzas han facilitando el uso de tarjetas de crédito como un método de pago preferido en muchos países. Este fenómeno no solo responde a la comodidad de realizar compras en línea, sino también a las ventajas asociadas con los programas de recompensas y financiamiento.
En Brasil, por ejemplo, es habitual que los consumidores utilicen tarjetas que funcionan tanto como débito como crédito, una dualidad que se adapta a sus necesidades diarias. Además, la posibilidad de realizar pagos a plazos es un atractivo importante, especialmente entre los más jóvenes. Según datos de Statista Consumer Insights, en 2024, el 72 % de los encuestados en línea de entre 18 y 64 años afirmó poseer una tarjeta de crédito, demostrando la popularidad de este método financiero.
Canadá también se destaca en la adopción de tarjetas de crédito, con un 68 % de usuarios reportando poseer al menos una. Este alto índice de penetración se debe en gran medida a los programas de recompensas que ofrecen beneficios como puntos, descuentos y millas aéreas. De hecho, Canadá se encuentra entre los países con mayor uso de tarjetas de crédito, con muchas personas teniendo una o incluso dos tarjetas activas, superando a las tarjetas de débito en popularidad.
En Estados Unidos, aunque la adopción no es tan alta como en Brasil o Canadá, se mantiene relevante con un 49 % de los encuestados reportando tener una tarjeta de crédito en 2024. Este país, conocido por su cultura de crédito, ha visto un crecimiento en el uso de estas herramientas financieras a medida que más personas optan por métodos digitales para realizar pagos y manejar su dinero.
China, aunque con un menor porcentaje del 42 %, también refleja un avance en la digitalización de las finanzas. En contraste, los Países Bajos registraron solo un 38 % de posesión de tarjetas de crédito, reflejando quizás una preferencia cultural por otros métodos de pago como las tarjetas de débito o transferencias bancarias instantáneas.
Es así que, la digitalización financiera sigue avanzando rápidamente, y con ella, la adopción de tarjetas de crédito se expande impulsada por la conveniencia, los beneficios adicionales y la capacidad de realizar transacciones en línea sin fricciones. A medida que más países continúan modernizando sus sistemas financieros, es probable que esta tendencia se mantenga en crecimiento en los próximos años.
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