El consumo de carne es un indicador significativo de los hábitos alimentarios y culturales de los países, además de reflejar su nivel de desarrollo económico y sus preferencias gastronómicas.
Y es que el consumo de carne ha sido una constante en la dieta humana desde tiempos prehistóricos, evolucionando hasta convertirse en un componente fundamental de la alimentación moderna.
En ese sentido, la industria cárnica es un sector económico importante en muchos países, ya que genera empleo y contribuye significativamente al PIB de naciones con grandes producciones ganaderas. Esta importancia económica fomenta la continuidad y promoción del consumo de carne a través de campañas publicitarias y políticas de subsidios.
De acuerdo con datos de Statista Consumer Insights, recopilados entre abril de 2023 y marzo de 2024, el hábito de consumir carne es prevalente en muchos países.
De hecho, Japón lidera esta lista, con un 95% de los encuestados afirmando consumir regularmente todo tipo de carne. Argentina le sigue de cerca con un 94%, destacándose por su tradición del asado y otras preparaciones cárnicas que son esenciales en su gastronomía nacional.
México, Brasil y España comparten el tercer lugar, con un 92% de consumo de carne. Italia y Sudáfrica también muestran niveles elevados de consumo, con un 90% y 89%, respectivamente. En el Reino Unido y Estados Unidos, el consumo de carne es significativo, aunque algo menor, con un 86% y 85%, respectivamente.
Mientras que China, el 85% de los encuestados consume carne regularmente, destacando especialmente el cerdo en su dieta. En contraste, la India presenta una diferencia notable, con solo un 53% de los encuestados reportando un consumo regular. Esta baja cifra se atribuye en gran parte a las prácticas religiosas y culturales, donde una porción significativa de la población sigue dietas vegetarianas o con bajo consumo de productos de origen animal.