Cada año, millones de toneladas de este material terminan en vertederos, incineradas o contaminando ecosistemas terrestres y marinos. Este problema no solo representa una amenaza para la vida silvestre y los hábitats naturales, sino que también tiene consecuencias graves para la salud humana y el clima global. La acumulación de desechos en los vertederos libera metano, un potente gas de efecto invernadero, mientras que la incineración emite toxinas y partículas dañinas al aire.
La contaminación en los océanos afecta gravemente a la fauna marina, con animales como tortugas, aves y peces ingiriendo plásticos que pueden causarles asfixia, inanición o intoxicación. Además, los microplásticos, fragmentos diminutos resultantes de la degradación de productos plásticos, han sido encontrados en todas partes del mundo, desde el Ártico hasta las profundidades del océano, pasando incluso por nuestra cadena alimentaria.
En los últimos años se ha visto como la preocupación por la contaminación y el impacto ambiental ha ido en incremento, lo cual ha concientizado hasta cierto punto a algunas personas, y es que a medida que la lucha contra el cambio climático se vuelve cada vez más importante, la gente de todo el mundo está más dispuesta a pagar más por la sostenibilidad.
De acuerdo con datos de Statista, en 2022, los compradores de todo el mundo estuvieron dispuestos a pagar hasta un promedio de 24 por ciento más por bienes de consumo producidos de manera sostenible. Como era de esperarse, aquellos con ingresos más altos estuvieron dispuestos a gastar más que aquellos con ingresos medios o más bajos.
De igual manera, se proyecta que para el 2050, habrá más plásticos que peces en el mar, razón por la cual
diversas organizaciones han hecho un llamado para tomar acción y así reducir el impacto que tienen los plásticos en el mundo.
En nuestro país, a pesar de los esfuerzos y campañas que se han llevado a cabo para concientizar sobre el uso de plásticos, latas, cartón y el tratamiento de residuos urbanos, la realidad muestra que todavía estamos lejos de lograr el resultado deseado, ya que tan solo se recicla el 6.1 por ciento de estos materiales, mientras que el resto termina en la basura y en el peor de los escenarios, contaminando diversos ecosistemas de México, teniendo en cuenta que se estima que cada mexicano produce un kilo de residuos al día.
Lo alarmante es que en apenas veinte años, la producción anual de residuos plásticos a nivel mundial se ha incrementado significativamente, pasando de 180 millones a más de 350 millones de toneladas, según el informe Perspectivas Mundiales del Plástico de la OCDE.
De igual manera, se estima que para 2060 los desechos plásticos casi se triplicarán en todo el mundo; la mitad de estos residuos terminarán en vertederos y menos de una quinta parte será reciclada, de acuerdo con el mismo informe.